Maria Agresta y Michael Fabiano sustituirán a la pareja de cantantes en la comentada producción de Rafael R. Villalobos, que subirá a escena en enero de 2023

Alagna y Kurzak. Teatre del Liceu

Unas semanas después de anunciar su próxima temporada, el Teatre del Liceu compartió en sus redes sociales un comunicado en el que informaba sobre la baja de Roberto Alagna y Aleksandra Kurzak en la producción de Tosca prevista para enero del próximo año.

El tono del texto, que sentenciaba que la pareja “se sintió incapaz de encarnar sus respectivos roles en la producción”, hizo saltar las primeras chispas de una polémica avivada por las declaraciones de Alagna y Kurzak en diferentes medios, el silencio del Teatre y las conjeturas de ciertos diarios.

Tras el aviso del cambio en el reparto que el Liceu anunció por Twitter el 23 de mayo, diferentes diarios internacionales calificaron “de mal gusto” el montaje de Rafael R. Villalobos, responsable de la producción que se mostrará en el Liceu, ya estrenada en el teatro La Monnaie de Bruselas en junio de 2021. En ella, el director contextualiza el drama de Puccini a través de diferentes manifestaciones artísticas, entre las que destaca la producción cinematográfica de Pier Paolo Pasolini, introducido como personaje.

Tanto Alagna como Kurzak explicaron su decisión ante medios internacionales. El primero explicó su retirada del proyecto al medio italiano ‘Connessi all’opera’, en el que detalla que tanto él como Aleksandra Kurzak firmaron su participación en la antigua producción de Tosca y que se enteraron de que se trataba de la de Villalobos en el anuncio de la próxima temporada del Teatre: “Unos días después de la presentación de temporada del Liceu, una amiga nos envió el vídeo de la producción de Villalobos y fue entonces cuando contactamos con el teatro para cancelar nuestra participación”. Además, declara que el Teatre ofreció la posibilidad de hacer algunos cambios en la producción pero la pareja no estaba de acuerdo con ningún detalle de la misma, considerando “de mal gusto la reproducción del ambiente de Saló en la obra maestra de Puccini” y aseverando su renuncia a cualquier proyecto que recurra a “la violencia, el sadomasoquismo, la pedofilia o el desnudo, totalmente incoherentes con el drama”. Concluye subrayando la buena disposición del Liceu y reiterando su salida de la producción por respeto también al director, “que también está contratado, como lo estábamos nosotros”.

Por su parte, Kurzak compartió su posición con la prensa polaca, repitiendo las palabras del Liceu al ser preguntada por sus motivos para rescindir el contrato: “No quisimos interpretar a los personajes en esa puesta en escena. Firmamos un contrato por Tosca de Puccini, no para una ‘broma de Pasolini’. Kurzak confiesa que se habían reservado ese espacio en sus agendas desde que el Liceu les ofreció actuar en Tosca inmediatamente de culminar su participación en Pagliacci: “Asumimos que se trataba de la antigua producción”.

En pleno intercambio de opiniones, Peter de Calawe, director de La Monnaie, y algunos diarios internacionales cuestionaron la coincidencia entre los ensayos de Alagna para su debut como Al Capone en el teatro musical Folies Bergères de París con las representaciones de Tosca en el Liceu, aludiendo a estos como la verdadera causa de la cancelación. El director del Teatro francés y el propio Alagna atacaron estas conjeturas, “que rozan la calumnia”, denunció el director del musical, Jean-Felix Lalanne.

Aunque mantiene su silencio, el ABC ha publicado la versión del Teatre del Liceu, que desmienten las declaraciones de la pareja. La dirección del Teatre ha reafirmado que ambos conocían que se trataba de la producción de Villalobos en el momento del acuerdo: «La producción estaba clara y el Liceo detalló a todos los artistas cuál sería a través de sus agentes, enviando el vídeo de la producción de Villalobos»; y que no se planteó la modificación o retirada del montaje, del que es coproductor con la Ópera de La Monnaie, el Teatro de la Maestranza y la Opèra de Montpellier.