Lise Lindstrom: “Por el momento, el streaming no ha favorecido a los artistas”

Soprano wagneriana de referencia, apoya el contacto con los aficionados gracias a las redes sociales pero subraya la diferencia con la interpretación

Lise Lindstrom

¿Subrayará la ausencia de conciertos la necesidad de espectáculos en vivo? ¿Prevalecerá la comodidad del streaming en casa sobre el poder del arte en vivo? ¿Cómo se materializará el beneficio para los artistas a por las emisiones en streaming? Estas son algunas de las preguntas que obtendrán su respuesta después de la cuarentena, preguntas que nacen forzosamente por el establecimiento de una nueva realidad que mantiene en la incertidumbre a todo un sector cultural ya vulnerable.

Lise Lindstrom, una de las intérpretes del repertorio wagneriano más destacadas del panorama actual, confiesa en Operawire haber encontrado cierto refugio en las posibilidades de internet, tanto por el contacto con familiares y amigos gracias a servicios de mensajería instantánea como a las redes sociales que le han permitido estar cerca de su público. Sin embargo, la cara oscura de ambas opciones parece jugar de nueva en contra de los artistas: las constantes emisiones por streaming no han repercutido positivamente en los artistas, que continúan sin percibir beneficio, y la amplísima oferta podría favorecer el consumo de grabaciones en lugar del consumo de arte en directo: “Es maravilloso que la gente pueda “ir a la ópera” desde el sillón de su casa, y más en momentos como este, pero mi sensación con las plataformas de streaming es agridulce. Por un lado, veo los enormes y obvios beneficios de esta tecnología pero a al vez me preocupa que cada vez más gente se incline por esta opción y sean pocos los que vayan al teatro”, explica. Sin embargo, confía en que también este tiempo sirva para subrayar la extraordinaria diferencia entre el streaming y el espectáculo en directo.

Uno de los aspectos que más echa de menos es el espíritu de comunidad que se genera en la audiencia, sentimiento que no puede replicarse en el consumo de música en internet: “Personalmente, estoy impaciente por volver a sentir el poder de la música en el teatro y espero que el público lo entienda así también”.

Optimista con el resultado de la pandemia, Lindstrom pone en relieve el antes y después que puede suponer el confinamiento: “Creo que nos fuerza a concentrarnos en lo que es importante en nuestra vida y en qué invertimos nuestra energía. Llevamos vidas frenéticas, enfocadas a la superación de objetivos y cuando estos cambian, ¿qué hacemos? En lo que a mí respecta, he recapacitado sobre mis prioridades y me siento agradecida por mi salud y la de los que más quiero”.

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