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Por Publicado el: 31/03/2012Categorías: Crítica

Líneas de fuerza

LÍNEAS DE FUERZA
Obras de Beethoven y Brahms. Benjamin Schmid, violín. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director: Leopold Hager. Auditorio Nacional, Madrid. 27-3-2012.
Programa de repertorio clásico-romántico que llevó mucho público al Auditorio Nacional y que se apartaba de la línea más comprometida seguida habitualmente, dando pie a estrenos y obras infrecuentes, por el conjunto madrileño. No viene mal, de vez en cuando, volver la vista a obras fundamentales de la historia de la música, aptas para todos los paladares, en particular si se cuenta con un director avezado, veterano y conocedor como el salzburgués Leopold Hager (1935).
De batuta clara, separadora, precisa, relativamente sugerente, de medidos y amplios movimientos, Hager sabe hacerse con los músicos, que le aplaudieron al final, y conoce bien el arte de acompañar –ha dirigido y grabado mucha ópera, de Mozart en especial-, como pudo demostrar en su colaboración con el buen violinista que es el vienés Benjamin Schmid (1968) que tocó con estilo, excelente letra y adecuado espíritu el “Concierto” de Beethoven, con mecanismo y afinación no siempre impolutos. Claro que nos acordábamos de la maravillosa interpretación ofrecida días atrás en el mismo recinto por Julia Fischer. El bis, una vertiginosa pieza que entendimos era de Ysaye, fue espectacular.
Hager construyó bien, con líneas firmes, asentadas, orden y contundencia, la “Sinfonía nº 4” de Brahms, que llevó a buen puerto con una disciplinada y atenta orquesta. Todo sonó con determinación y energía, quizá demasiada, en perjuicio de una mayor depuración tímbrica. Para nuestro gusto, aun con todo en su sitio, los planos a veces fueron confusos y el lirismo sólo se apuntó de vez en cuando. Rudeza antes que sutileza. Fuerza antes que delicadeza. Algo que se pudo apreciar ya en el mismo comienzo de la obra, donde las indicaciones “dolce” y piano fueron “orilladas”. Prosaísmo. La cumplidora Orquesta de la Comunidad fue reforzada para la ocasión. Incluso se añadió una quinta trompa. Arturo Reverter

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