Joan Enric Lluna: “Soleriana de Joaquín Rodrigo es una obra maestra de la orquestación”
Joan Enric Lluna: “Soleriana de Joaquín Rodrigo es una obra maestra de la orquestación”
Abril de 2019 fue un mes especialmente fructífero para Joan Enric Lluna, clarinetista y director de orquesta, que con una semana de diferencia grabó dos trabajos que han visto la luz este año. El primero, dedicado a las Sinfonías y Conciertos para clarinete de Weber, se publicó en enero de este año y el segundo, dedicado a la memoria de Joaquín Rodrigo, se presentará en julio.
“Con este disco saldo una deuda pendiente”, comenta Lluna, refiriéndose a la grabación de los Conciertos y Sinfonías de Weber. “Tuve este proyecto en la cabeza desde hace años. Por razones prácticas no encontré la oportunidad de llevarlo a cabo hasta que la Berliner Kamerata me ofreció hacer dos conciertos en Alemania, en la Philharmonie de Berlín, más los 4 días de grabación. Además, los Conciertos los he tocado mucho por lo que vi que ya había conseguido mi versión y podía ser el momento de grabarlos. Pensé que, además, este disco era una oportunidad muy buena para combinar los Conciertos con las Sinfonías, obras menos conocidas, encantadoras, que volverían así a la luz y me permitían estrenarme como director en una grabación”.
El segundo disco nace de la misma inquietud: redescubrir obras menos populares, menos conocidas. A raíz del 20 aniversario de la muerte de Joaquín Rodrigo, el Palau de Les Arts y Cecilia Rodrigo, hija del compositor, pusieron en marcha un proyecto de reivindicación de su obra. Este se materializó en un concierto en homenaje a Rodrigo dirigido por Joan Enric Lluna, quien recuerda que este proceso fue “una experiencia maravillosa”: “Cuando empecé a estudiar sus obras y vi la gran calidad de todas ellas, comenté a IBS la posibilidad de grabarlo y se entusiasmaron. Entonces pedimos permiso al Palau para disponer de la orquesta y realizamos el disco durante los ensayos”.
Teniendo en cuenta la voluntad reivindicativa del proyecto ¿cómo fue el proceso de selección del repertorio? ¿Fue una elección personal?
Las obras las eligió la dirección del Palau de Les Arts junto con Cecilia Rodrigo. Ella está luchando mucho porque se conozca la obra de Rodrigo, eclipsada por el Concierto de Aranjuez o la Fantasía para un gentil hombre, por lo que fue una negociación entre las dos partes y se llegó a este programa, para orquesta reducida.
La principal idea es redescubrir estas obras, redescubrir que Rodrigo fue un compositor importante, no solo porque triunfó mucho una obra sino porque fue un compositor de primera línea. Esto es particularmente evidente en Soleriana, una obra maestra de la orquestación.
En una ocasión declaraste que “Cuando seas mayor quieres ser director de orquesta”. Dices que eres clarinetista pero la dirección orquestal da la posibilidad de abrir las opciones al infinito. ¿Cuáles son los matices que más has querido resaltar en este repertorio? ¿Cómo ha sido tu papel como director?
Una de las diferencias de ser músico de orquesta y director es el cambio mental, es otro marco. Ser director te obliga a reflexionar mucho sobre la música que tienes delante, a estudiarla a fondo y a ofrecerlo al grupo para conseguir una interpretación común. En Soleriana vi que hay muchos matices, cambios de carácter, e intenté desempolvar la partitura y ver los mensajes ocultos porque ahí reside lo que quieres transmitir a la orquesta o lo que quieres transmitir en concierto. Soleriana me impresionó mucho porque la orquestación le da un empuje de calidad que hay que resaltar. La Zarabanda o la primera de las Miniaturas son más lenta y esos son los movimientos más difíciles, por lo que intenté que hubiese fluidez en la música. Y en el Villancico es de una dificultad extrema, como dijo el propio Rodrigo, que utilizó las cuerdas llegando a extremos técnicos. Por eso, mi labor era que cada músico diera de sí lo máximo porque técnicamente es muy difícil.
Ya dedicó otro proyecto a la música de compositores españoles contemporáneos exiliados por la Guerra Civil, autores abocados al exilio interior o exterior como Rodolfo Halffter o Julián Bautista, compositores que continuaron escribiendo con las bases del Nacionalismo moderno. ¿Estos discos son una continuación de ese proyecto? ¿Es una reivindicación de la música española, nacional?
Ambos discos están motivados por una opción que me parece muy interesante: combinar obras menos conocidas con repertorio popular. Así, tanto con el disco de Weber como con este de Rodrigo, pensé que era más interesante descubrir música, música escondida que vale la pena. En el primero, fueron las Sinfonías y en el de Rodrigo fue el estudio de su música lo que me impulsó a hacer el disco. Aunque en su lenguaje Rodrigo parte de las mismas ideas de los nacionalistas – Falla, Albéniz, Turina… – es diferente porque él admiraba la música de Cabezón, Millán y todos los músicos del siglo XV y XVI. Él defendió que el gran periodo de la música española fue entonces. Por tanto, más que coger el folclore como raíz de su música, se parte de los grandes maestros, que a su vez miraron a cantos antiguos. Una de las excepciones es la Soleriana, que enraiza en el siglo XVIII. Pero el color de la música de Rodrigo es muy característico porque precisamente tiene su raíz en estos compositores más antiguos.
¿Cree que es una responsabilidad de los músicos dar a conocer repertorio olvidado?
Sí, completamente. De los músicos y de los programadores. Sin embargo, es muy difícil convencer. Músicos, interpretes y directores queremos hacer repertorio desconocido y contemporáneo pero es muy difícil convencer a los programadores porque tienen miedo a que la gente no vaya o no guste. Por tanto, es una responsabilidad de intérprete y programador. Aunque sea por lo menos de proponer.
¿Cómo fue la acogida del repertorio escogido para el concierto en homenaje a Rodrigo?
Buena, la gente estaba encantada. Creo que las expectativas se cumplieron, tuvimos la reacción esperada. Con este disco esperamos contribuir a que el público y los programadores sean conscientes de que existe esta música y la puedan programarla.
La presentación del disco dedicado a Joaquín Rodrigo se ha visto igualmente afectada por la expansión del coronavirus, por lo que su fecha de lanzamiento deberá esperar hasta julio.
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