En nuestros enlaces tienen las críticas en diarios nacionales a C(H)OEUR, con su práctica unanimidad sobre un espectáculo feo cuya intelectualmente vacuidad se intenta inutilmente disimular con una provocación de estilo trasnochado -lean a Roger Salas en El País- muy propia de Mortier. Ya les contaremos más ampliamente nuestra opinión del espectá-culo, pero de momento aquí va lo único inteligente de la noche y que merece estar en el anecdotario del teatro. A la salida de aquello se encuentran Stephen Lissner, intendente de la Scala y breve director artístico del Real, y Gonzalo Alonso. El primero “felicita” al segundo: “Enhorabuena. Tienen ustedes un espectá-culo de primera” y lo expresa con sorna, dejando traslucir su pensamiento auténtico “Me echasteis del Real para tener ahora esto. Os está bien empleado”. “Muchas gracias por su siempre inteligente opinión” le contesta Alonso. “Escribirá usted una crítica estupenda…” agrega Lissner. “Yo no acostumbro a perder mi tiempo en analizar basura” responde Alonso. No nos digan que la conversación carece de puyas o que no tiene miga. Como dijo un crítico: “El ministro de justicia debería procesar a alguien y sin posibilidad de amnistía”.