La crisis abierta en el Palau de les Arts tras la “espantada” de Chailly, aterrorizado por cómo la prensa local le empezaba a tratar antes de haber pisado el teatro para dirigir en él, se ha solucionado de la forma más lógica, con un nuevo acuerdo por dos años más con Maazel. El nuevo contrato contemplaría honorarios diferentes a los actuales, puesto que de sus tareas ya habría desaparecido una: la de seleccionar y formar una orquesta. Al Palau le interesaba el acuerdo y también a Maazel, quien veía que la oferta de Qatar podría caer en problemas.