Los curiosos emails entre comisionistas y el Teatro Real

Dentro de la trama de comisiones en Cataluña que investiga la Guardia Civil, han saltado unos curiosos email entre una de las empresas que supuestamente pagaban las mordidas y la responsable del departamento de patrocinio del Teatro Real, obtenidos de los ordenadores de Sergio Lerma, presidente de Oproler.

En ellos se habla de porcentajes pactados a cambio de las obras efectuadas en instalaciones dependientes del Ministerio de Cultura y de la Comunidad de Madrid. El 16 de mayo de 2013, Lerma dirige un correo al departamento de patrocinios del Teatro Real en el que expresa: “Querida Marisa, como complemento de la donación ya comprometida ligada a las entradas que adquirimos, la propuesta sería la de aportar como donación el 5% de las adjudicaciones de obras con un volumen de entre 0 euros y 250.000 euros (IVA no incluido), de un 4% para aquellas entre 250.000 y 500.000 y de un 3% para aquellas de más de esta cifra… …Deberíamos ser los más económicos en las ofertas, sin tener derecho a tanteo (es decir, no se trata de que podamos igualar la oferta más barata, sino de competir en igualdad de condiciones con el resto de las empresas) y con la única petición de que se nos convocara a competir en el 100% de las obras, tanto de obra civil como de instalaciones que tenga el Teatro, sean grandes o pequeñas”.

La responsable de patrocinios del Real respondía horas después al correo -enviado con el título Propuesta donación complementaria: “Gracias por tu correo. He despachado este asunto con el director y te confirmo que aceptaríamos la donación de 20.000 euros y ofreceríamos el palco de entresuelo número 4 para el turno de estreno”.

Es justo ese mismo palco de entresuelo el que, según la Guardia Civil, “habría sido utilizado posteriormente por Josep Manel Bassols para agasajar entre otros al ex tesorero de Convergencia Andreu Viloca, al que invita en alguna ocasión, presumiblemente al objeto de obtener su favor o intermediación en adjudicaciones de obra pública”.

Estos correos no demuestran más que la existencia de un sistema extendido y admitido en muchas administraciones públicas, aunque en el caso del Real, éste se muestra cauto, como el que oye llover, aceptando una donación pero sin entrar para nada en compensaciones extrañas. El asunto puede quedar aquí o podría continuar con una investigación sobre las obras realizadas en el teatro y sus adjudicatarios, con el fin de comprobar si Oproler intervino en alguna de ellas, aunque es poco probable que haya sido así. Beckmesser

Más información:

http://www.elmundo.es/espana/2017/03/11/58c318b6268e3e5f538b458c.html