Los festivales de verano se tambalean

El Grange Opera Park y el Festival de Glyndebourne replantean su situación en busca de la mejor solución en medio de la emergencia sanitaria

Festival de Glyndebourne

La programación de primavera pende de un hilo con el avance de la crisis del coronavirus. La vida cultural se ha paralizado indefinidamente y la incertidumbre ha podido con algunos teatros que, como la Ópera de Dallas, han cancelado el resto de su programación. Los Festivales de Pascua han anunciado ya su suspensión y los aficionados mantienen la esperanza en los festivales de verano.

Sin embargo, en Inglaterra, el último país en cerrar sus puertas – la Royal Opera House no paralizó su programación hasta este lunes, 16 de marzo -, los festivales Grange Opera Park y el Glyndebourne Festival han comunicado que sus equipos se encuentran evaluando la situación y cómo se desarrollan los hechos para ofrecer la mejor solución a su público. En el caso del primero, su fundador, Wasfi Kali, ha declarado que la edición de este año se cancela.

Katharina Wagner, directora del Festival de Bayreuth, anunció ayer que se cancela la venta de entradas y la taquilla no volverá a estar abierta hasta finales de mayo.

Por su parte, los directores del Festival de Glyndebourne han emitido un comunicado en el que indican que el Festival se pospondrá hasta mediados de julio: “De acuerdo a las nuevas directrices del Gobierno, hemos tomado la decisión de retrasar el comienzo del Festival de Glyndebourne hasta el 14 de julio de 2020. Todas las actuaciones programadas hasta esa fecha han sido canceladas y se reajustará la programación para anunciar el horario lo antes posible”.

Por su parte, los festivales de Salzburgo y la Arena di Verona están pendientes de informar al público sobre su situación a lo largo de esta semana. Mientras que los festivales ingleses comienzan a finales de mayo y principios de junio, Verona y Salzburgo tienen un mes más de margen, con su programación entre finales de junio y principios de julio.