Los Mendelssohn luteranos
Los Mendelssohn luteranos
Temporada de conciertos de la OBC. Obras de Fanny y Felix Mendelssohn. Ilse Eerens y María Inojosa, sopranos, Satoshi Nishimura, tenor. Lieder Cámara y Coro Madrigal. Kazushi Ono, director. Barcelona, 30 de octubre de 2016
Cuarto programa de la temporada de conciertos de la OBC dedicado íntegramente a los hermanos Mendelssohn y a sus cantos (himnos) de alabanza –“Lobgesang”– a un Dios con hijo, a un Dios padre de Jesús.
En una Europa en la que empezaba a asentarse, de manera constante, una repugnancia sistemática a todo aquello que tuviera que ver con los judíos, la familia Mendelssohn decidió que el Dios sin hijo, aquel que fuera el de Abraham, Isaac, Jacob, Moisés…y también de Jesús, se reconvirtiera en uno nuevo y así encontrar trabajo y desarrollarse como ciudadanos “normales”.
Éste es un periodo, primera mitad del siglo XIX, donde se apuntaló un pensamiento y una actitud que encontrará abono en cierta intelectualidad significativa de la época; se afianza, por lo tanto, una corriente lúgubre que cambiará Europa y afectará a todos los países desarrollados. Aquí, en nuestro país, dando un triste ejemplo, ya los habíamos expulsado en 1492 por orden de los Reyes Católicos mediante el edicto de Granada. Aquellos que no se convirtieron y a los que sí lo habían hecho –los denominados “marranos”– pero se dudaba de sus actos fueron quemados vivos.
Para evitar ser señalados como el pueblo escogido, los padres de Fanny y Felix Mendelssohn decidieron abandonar la ley divina –dictada directamente a Moisés–, y alabar de manera ostentosa un cristianismo protestante que, por aquel entonces, permitía un desarrollo personal en la sociedad civil.
No obstante, en las dos obras programadas en el concierto que nos ocupa, el espíritu de la religión abandonada por los Mendelssohn apareció veladamente tanto en giros melódicos como en el texto utilizado que, en algún fragmento, recordó el Shemá Israel (del hebreo שְׁמַע יִשְׂרָאֵל, ‘Oye, Israel’).
El concierto empezó con una primera parte algo ligera, tan solo doce minutos fueron los necesarios para realizar la primera audición del Lobgesang de la hermana mayor, de Fanny. Una obra grácil, bien escrita e instrumentada, pero falta de profundidad formal.
En la seguda parte repetimos Lobgesang (Himno de alabanza) pero esta vez perteneciente a la imponente Sinfonía-Cantata nº 2 en Si bemol Mayor, op. 52 de Felix. Encargada por la Ciudad de Leipzig, uno de los centros de la industria del libro en Europa, alaba lo que ha significado la reforma en la Iglesia y la traducción y publicación de la Biblia luterana. La obra quiere transmitir la idea de que gracias a la imprenta y a un determinado camino religioso se puede pasar de la oscuridad más absoluta a una radiante luz de esperanza.
Si hay que destacar un protagonista del concierto, éste sería, sin duda, Kazushi Ono. Con un concepto muy claro de cómo se debe construir un mensaje ininterrumpido, cercano a los 80 minutos, supo conducir tanto a los solista vocales –destacamos al tenor Satoshi Nishimura– como a los coros Lieder Cámara y Madrigal que estuvieron a un nivel notable. La orquesta, la OBC, funciona, brilla, progresa de la mano del maestro Ono. Volveremos a disfrutar de su batuta a mediados de diciembre.
Los hermanos Mendelssohn, Fanny y Felix, murieron con pocos meses de diferencia, ella con 41 y él con 39 años. Felix no pudo soportar un mundo en le que no existiera su hermana, su mejor amiga. Los dos nos dejaron en el 1847.
Seis años más tarde, en 1853, el conde Gobineau, gran amigo de Wagner, publicará el Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas.
El resto ya lo conocen. Con los años, desgraciadamente, esconderse o renegar de una sangre judía no será motivo para la salvación y ellos, otra vez, también serán quemados vivos o gaseados o fusilados… La mente del hombre será capaz de inventar nuevas fórmulas de tortura y, en el siglo XX, las probará todas con los creyentes en La Torá, con los homosexuales, con los gitanos, con los… Israel David Martinez
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