En una reciente reunión de críticos de todo el mundo en el trascurso de uno de los festivales más renombrados se escuchó una afirmación rotunda de un crítico italiano al que el resto prestó su adhesión: “Cuando un político comprueba que se ha equivocado al nombrar el responsable de una institución, en vez de cesarle lo que hace es renovarle por tres años más”. Y lo decía poniendo el ejemplo, nada más y nada menos, que del director artístico del primer teatro de su país.