Pues los adjudicatarios del teatro de el Escorial por fin parieron. En la programación se lleva un buen tajo de comisiones la agencia catalana Ibercámara que, entre otros, traerá a Gergiev con el Mariinski. Lo extraño es que no vengan para ofrecer algo de sus propias especialidades, sino “Tosca” y “El viaje a Reims”. De esta última obra se han dado excelentes producciones por toda España en los últimos años, algunas con gente joven y sin costar ni la cuarta parte de lo que costarán los rusos. Participarán también en dos conciertos. ¿Se imaginan que Glyndebourne contratara a los conjuntos de Bayreuth para interpretar “La Dolores”? Pues lo mismo.
No faltarán ni Norman ni Pires y a ellas se añadirán la Polish Chamber Orchestra y el Ballet de Aida Gómez.
Tendrá lugar desde mediados de julio a mediados de agosto.
Y uno se pregunta si la que se va a presentar cumple el pliego de condiciones al que se debía someter el concurso de adjudicación. Y si lo cumplió el festival de Semana Santa, aquel que es el que todavía se anuncia en los grandes carteles de un edificio que no está cerrado porque se ha cerrado el antiguo Carlos III para trasladar de uno a otro la programación. Se dijo que se trataba de hacer obras en el Carlos III, pero en máa de un año no ha aparecido un albañil.
¿No podría ahora Jose luis Moreno reclamar ante lo que parece un evidente incumplimiento de las estipulaciones adjudicatarias?