Este viernes se estrena en España “Tár”, la película de Todd Field sobre una directora de orquesta con inmenso poder, lesbiana y que ha cometido abuso sexual a la que interpreta la ya nominada al Oscar Cate Blanchett. Los paralelismos con Alsop han enfurecido a la maestra estadounidense, que critica en este retrato una oportunidad perdida para hablar del ejercicio del poder y su abuso.

Escena de Tár

Lydia Tár dirige a la Orquesta Filarmónica de Berlín, de la que es titular, con gesto ampuloso, se la nota como en trance y sabe que en sus manos, en las dos, concentra el poder. “No podéis empezar sin mí. Yo pongo en marcha el reloj”, dice con aplomo. Poder absoluto y una nominación al Oscar a mejor actriz para la australiana Cate Blanchett que interpreta a esta maestra, una de las más importantes del planeta a punto de dirigir una obra con la que pasar a la posteridad en esta biografía imaginada e imaginaria que posee algunos puntos en común con la de una de las más grandes directoras actuales, Marin Alsop, la primera mujer que subía al podio de una gran orquesta en Estados Unidos, en su caso la Sinfónica de Baltimore, a la que posteriormente se unirían la Orquesta de la Radio de Viena, la Sinfónica de São Paulo, el Festival de Ravinia… Como esta mujer, la protagonista de la ficción es lesbiana, tiene una hija, está casada con una música y Leonard Bernstein ha sido su maestro y mentor. ¿Demasiadas coincidencias como para que Alsop no levante la voz? Al poco de arrancar el filme que dirige Todd Field, la estricta y circunspecta Tár menciona durante una entrevista a varias mujeres que han abierto camino en la dirección de orquesta y uno de los nombres citados es el de la estadounidense.

Explotadora y sin escrúpulos

A pesar de la estremecedora interpretación, la conductora nacida en Nueva York en 1956 no se ha mostrado conforme con quienes la asocian directamente con Tár, despiadada, abusadora sexual (extremo que la ha molestado especialmente), falta de escrúpulos, explotadora, gélida, falta de empatía y directa a caer en sus propios abismos a medida que la cinta va avanzando. “Sí, algunas veces me emociono”, suelta en otra ocasión. Solo alguna vez, solamente de vez en cuando. Es su hija adoptada Petra, de seis años, la que la humaniza. Alsop no cuestiona la valía de actriz, sino que ve en esta oportunidad de empoderar a una mujer, directora de orquesta, una ocasión fallida: “Me han ofendido como mujer, como directora y como lesbiana”, ha declarado a “The Times”, que titulaba de manera tan contundente la entrevista, y asegura que “haber tenido la ocasión de realizar el retrato de una mujer en esa posición de dominio y hacer de ella una abusadora me pareció descorazonador. Y no creo que sea un sentimiento que tenga únicamente yo, sino que las mujeres deberían de estar molestas con el retrato que se hace, pues representa a mujeres que son líderes de la sociedad, no únicamente a quienes empuñan una batuta. La gente se pregunta: ‘¿Podemos confiar en ellos? ¿Pueden desempeñar ese papel?’ Son las mismas preguntas, ya sea que se trate de un director ejecutivo, un entrenador de la NBA o el jefe de un departamento de policía”. Y continúa: “Hay tantos hombres, hombres reales y documentados, en los que esta película podría haberse basado; sin embargo, se han valido de una mujer para el papel a la que dan todos los atributos de esos hombres. Asumir que las mujeres se comportarán de manera idéntica a los hombres o se volverán histéricas es perpetuar lo que ya hemos visto en el cine tantas veces”.

Escena de Tár

Futuro optimista

Según la revista Classic FM, a partir de 2020, solo ocho de los 100 mejores directores del mundo eran mujeres, una situación que había mejorado considerablemente en relación con siete años antes, pues en 2013 solo había una: Marin Alsop. ¿Se muestra esperanzada con respecto al futuro de la dirección de orquesta femenina? “Soy eternamente optimista, de lo contrario no podría desempeñar esta profesión. Sin embargo, también soy realista. He visto que ha habido avances en las últimas décadas y después se han desandado los pasos dados y hemos ido hacia atrás. Tengo la esperanza de que el progreso que hemos logrado ahora sea lo suficientemente sustancial y cuantitativo como para que no se pueda revertir, a pesar de quienes se esfuerzan por querer revertirlo”.

En 2021, la propia Alsop centró un documental basado en su trayectoria, “The conductor”, dirigido por Bernadette Wegenstein y que recorre su vida, desde su niñez, cuando asistía embelesada a las salas de conciertos (sus padres eran músicos), su amistad con Bernstein, que fue decisivo para ayudarla a romper su techo de cristal o el papel que ha jugado para las generaciones de directoras de orquesta, que han visto en su trabajo y en su esfuerzo un ejemplo a seguir. Gema Pajares