Más líos en el Palau de les Arts
La pésima gestión de Fabra desde que es presidente de la Generalitat en lo que respecta al Palau de les Arts alcanza un nuevo conflicto. Gran parte de la culpa de esta indescriptible gestión recae en las dos últimas consejeras: Lola Johnson y María José Catalá. Esta última obró con tal precipitación al destituir a Helga Schmidt y nombrar sucesor a Davide Livermore que veremos cómo resuelvo ahora el problema que ha creado. Afirmó que Livermore ganaría 55.000€ brutos, pero es impensable que el director artístico de un teatro de ópera de nivel internacional gane esa cifra. Quizá la vivienda vaya por otro lado, como en el caso de Schmidt, pero aún así Livermore no podría aceptar tal remuneración y por ello está luchando por cobrar aparte regias tanto en el propio Palau como fuera de él, con lo que podría llegar a cobrar más del doble que Schmidt.
La peor solución sería permitirle que firme escenografías, dentro o fuera del teatro. Todos sabemos a lo que condujo en el Teatro de la Zarzuela la etapa de Luis Olmos, caracterizada porque el director del teatro se dedicó a firmar producciones y repartir otras entre sus amigos. Claro que Catalá estará ignorante a ello. Y todos sabemos los riesgos de un director artístico que es también regista. Fácilmente se cae en la corruptela de alquilar producciones de aquellos teatros que correspondan encargando escenografías al regista. ¿Hace falta mencionar casos?
Veremos que hace la Generalitat para resolver el nuevo entuerto que ha creado.
Habrán leido ustedes que la Generalitat ha presumido de haber logrado cerrar las cuentas de 2014 con un superavit de 600.000€ en la fundación del Palau. También que se han convocado audiciones para la orquesta. Todo para intentar dar la imagen de que todo vuelve a funcionar en el teatro. Pues bien, lo primero en cualquier caso responde aún a etapa Schmidt y además es bien fácil conseguir tal superavit, pues basta con reducir el importe anual del alquiler que el teatro paga a la Ciudad de las Artes por decisión de la Generalitat. Ese mismo importe lo debía de compensar anualmente como subvención a la fundación del teatro, cosa que no ha realizado durante varios años a pesar de estar así aprobado en patronato. Y respecto a lo de la convocatoria de audiciones. ¿Conocen ustedes alguna orquesta en la que se convoquen y efectúen audiciones sin director musical? Pues hay una: la del Palau de les Arts. En fin, manipulaciones vulgares de los políticos.
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