Cansado de esperar una reacción por parte de la Consejería de Cultura de la Generalitat, Zubin Mehta ha tirado la toalla. No hay previsión alguna para su vuelta. La decisión estaba tomada desde hace semanas, pero pendiente de comunicación por si había un cambio en la situación de acoso y derribo que se vive en el Palau de les Arts. Es de lógica pensar que Helga Schmidt seguirá su camino. ¿Qué puede animar a continuar a una persona que ha tenido todo el poder artístico, que ha triunfado en las metas que se impuso, que gana menos (65.000€ brutos y se ha de pagar alojamiento) que cualquiera de los responsables artísticos de cualquier institución de medio pelo, que no se encuentra fuerte de salud y que ve cómo la irresponsabilidad política acaba con sus ilusiones? Nada.

El Palau de les Arts está igual por dentro que por fuera: hecho una ruina. Muchos han sido los causantes de que el más importante proyecto musical en España de los últimos años esté a punto de venirse abajo. Muchos de ellos lloran ahora… como Boabdil. María José Catalá, la consejera de cultura, será la responsable última de cuanto suceda. Se ha dado cuenta tarde y la enmienda no será fácil, si es que la hay. Beckmesser