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Nigel Kennedy y Leonidas Kavakos
Por Publicado el: 28/05/2006Categorías: Crítica

Misa fin de temporada

Ciclo de la OCNE
Misa fin de temporada
Obras de Bartok y Janacek. A.Roocroft, C.Wyn-Rogers, N.Schukoff, P.Mikulas, J.Joseph. Orquesta y Coro Nacionales de España. Josep Pons, director. Auditorio Nacional. Madrid, 26 de mayo.
Muchos claros para el último concierto de la temporada de la OCNE y no estamos ante un caso aislado. Las programaciones con obras apartadas del gran repertorio pueden producir estos efectos entre los abonados tradicionales. Es una pena porque tanto la “Cantata profana” de Bartok como la “Misa glagolítica” de Janacek, dos auténticos cantos a la naturaleza, merecen ser conocidas. ¿Hay que seguir insistiendo en este camino? Posiblemente sí, porque sólo con constancia se podrán alcanzar las metas que se ha planteado la orquesta. El camino aquí también puede ser “largo y difícil”.
La primera de ellas quizá para poder saber porqué no se toca con más frecuencia a pesar de ser, como gran partitura coral, una pieza única en la obra del autor húngaro. Bartok la tenía en mayor estima de la que los públicos y programadores la han tenido después y posiblemente no estén estos últimos tan errados. Aparte de sus discutibles méritos, presenta una dificultad enorme para un tenor puesto permanentemente al borde del colapso en el registro agudo. Vamos, que Bartok aún escribió peor para los tenores que Strauss. La audiencia reaccionó con muy medible entusiasmo.
Tampoco se volcó – y ello a pesar de sus grandes sonoridades, con solo de órgano incluido- en la que sí es una obra extraordinaria. La “Misa glagolítica”, obra de última etapa, mercería escucharse más, sobre todo ahora que Janacek está de moda. No hubo especiales calidades en el cuarteto solista, con una Amanda Roocroft de registro agudo y paso a él un tanto menguado, sin embargo tanto la orquesta como el coro mantuvieron el tipo con gran dignidad. A Pons se le pudo pedir que exprimiese más todos sus contrastes y posibilidades, pero en general fue un concierto muy interesante en su planteamiento y más que digno en su ejecución. Gonzalo Alonso

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