Mortier no para de meterse con unos y otros. En el Süddeutsche Zeitung del 5 de abril arremete contra el público español. Les traducimos el párrafo en cuestión:

Pregunta: También Ud. tiene que enfrentarse a la cuestión respecto de la financiación del arte. Después de su inicio en Madrid sus detractores decían: al público no le gustan esa clase de óperas modernas, se quedaron sin vender muchas entradas.

Respuesta: Probablemente fue un shock para una gran parte del público madrileño. Éste siempre ha sido conservador, una consecuencia de la época de Franco. Durante la época del boom económico, el público que acudía a la ópera no sólo quería hacer alarde de su riqueza, sino que también querían verla reflejada en el escenario: mucho oro y terciopelo.  Entonces formulé la pregunta si Madrid deseaba corresponderse con el “Musiktheater” internacional. De ello forma parte también la actualidad reflejada mediante obras y puestas en escena contemporáneas.

Fuentes bien informadas afirman que está buscando su rescisión de contrato a base de provocar a unos y otros pero, al margen de que Marañón se decida a dejarle caer antes de caer él, ¡acaso no se merece Mortier una solemne pitada personal del público cuando aparezca por la sala?