Muere Giuseppe Giacomini

El tenor Giuseppe Giacomini falleció el 28 de julio en Veggiano, localidad de Padua donde nació el 7 de septiembre de 1940. Fue aplaudido en teatros de todo el mundo, de Milán a París, de Bruselas a Nueva York, como Pinkerton, Manrico, Radames, Otello, Cavaradossi.

Con una voz poderosa, siguió la senda de Mario del Monaco y puede considerársele como el último gran tenor dramático italiano.

Giuseppe Giacomini

Enfermo desde hacía algún tiempo, se había retirado de los escenarios tras una larga carrera llena de grandes éxitos en Italia y en el extranjero, que le valieron diversos premios y distinciones, desde el premio Zenatello hasta la nominación de la Ópera de Viena como Kammersänger.

Se distinguió por sus singulares habilidades vocales, en papeles dramáticos de tenor en un repertorio sumamente amplio, desde los grandes títulos de Belcanto y Verdi, pasando por Puccini y Verismo, hasta estrenos mundiales de autores contemporáneos. Desde su debut en 1966 como Pinkerton en Madama Butterfly en Vercelli, tras un largo aprendizaje , saltó a la fama en los teatros más importantes del mundo: Milán, Roma, Nápoles, Parma, Turín, Berlín, Múnich, Viena, Zúrich, París. , Bruselas, Barcelona, ​​Londres, Oslo, Budapest, Nueva York, Houston, Buenos Aires, Moscú, Seúl.

En Verona fue protagonista constante durante más de veinte años en nuevas producciones históricas junto a un elenco excepcional, tanto en la Arena de Verona como en el Teatro Filarmónico, inolvidables Cavaradossi, Radamès, Otello , pero también Manrico y Álvaro .

Muchas de sus apariciones en la Arena de Verona que le dedicarán una velada durante el festival de este año, como recuerda  Cecilia Gasdia, superintendente y directora artística de la Fundación Arena di Verona:  “ Giuseppe Giacomini fue una de las voces más extraordinarias que he alguna vez escuchado en vivo, y tan extraordinario era él como persona también.Después de haberlo admirado como una joven figura y corista, pude cantar con él en muchas noches de ópera memorables. Quiero recordarlo como un amigo cariñoso por el gran sentido de responsabilidad que se apoderó de él antes de entrar en escena, como si cada vez fuera la primera: nada más empezar a cantar, conquistó al público con una voz única, pero en su corazón cultivó la humildad de los grandes artistas ” .

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