Miguel Muñiz fue a Pekín en representación del Teatro Real a un seminario organizado por el National Center for Performing Arts que reunió a los teatros más importantes del mundo. La mayoría de los países europeos expusieron que la experimentación escénica no va a ningún lado porque al público no le interesa. Lo contrario pensaban los representantes alemanes. Muñiz intentó infructuosamente colocar el Mahagony del Real pero Chen Ping, presidente del centro, dijo que este tipo de producciones no funcionan en China y exhibió como muestra de lo que los teatro de Pekín pueden hacer contando con el beneplácito del público una Tosca. La que había realizado recientemente Giancarlo del Monaco. ¡Anda que irse a Pekín para que te proyecten una producción de alguien a quien el Real no ha propuesto nada nuevo en los próximos años! En el pecado está la penitencia.