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Por Publicado el: 02/08/2024Categorías: Noticias

La música como gran protagonista de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024

El pasado 26 de julio tuvo lugar en París la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, que por primera vez salían de los muros de un estadio para tomar las calles de la ciudad anfitriona. A lo largo de las cerca de cuatro horas que duró la apertura, fueron numerosos los momentos musicales que marcaron el desarrollo de un acto no exento de polémica por las condiciones meteorológicas a las que tuvieron que hacer frente los artistas participantes.

El pasado 26 de julio tuvo lugar en París la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, que por primera vez salían de los muros de un estadio para tomar las calles de la ciudad anfitriona. A lo largo de las cerca de cuatro horas que duró la apertura, fueron numerosos los momentos musicales que marcaron el desarrollo de un acto no exento de polémica por las condiciones meteorológicas a las que tuvieron que hacer frente los artistas participantes. 

La Trorre Eiffel durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024

París, la ciudad del amor y la luz, alberga los Juegos Olímpicos de este 2024, que vuelven a Europa tras doce años de viaje por el mundo. La capital francesa, orgullosa de su patrimonio, nunca deja pasar estas importantes citas para poder mostrar lo mejor de sí misma, de ahí que numerosas competiciones se disputen en lugares tan emblemáticos como Versalles, el Campo de Marte o el mismo río Sena.

En un impulso de renovar ciertos elementos de los Juegos, que alcanzan su edición número treinta y tres, la organización de estos tomó una decisión sin precedentes: sacar la ceremonia de inauguración del estadio olímpico. El escenario elegido, completamente emblemático: el río Sena y los principales monumentos de la ciudad. El objetivo de los dirigentes de la competición internacional fue mostrar su arte y cultura al mundo en los lugares específicos, haciendo partícipe a la ciudadanía y a los visitantes. Como todas las ceremonias de estas características, la música tuvo un papel fundamental, con numerosas intervenciones que se desarrollaron a orillas del Sena, donde se mostró, además, danza, historia, arte, etc.

Dirigida por el director teatral y actor Thomas Jolly, la ceremonia de inauguración mostró elementos como la Revolución Francesa, las danzas del Moulin Rouge, la moda gala y los pintores más destacados del célebre Museo del Louvre. De igual modo, la música también tuvo un protagonismo esencial, haciendo las veces de hilo conductor del acto. Además de las aclamadas actuaciones de Lady Gaga o Céline Dion, que volvía a los escenarios tras su retiro por enfermedad, la música clásica marcó la diferencia, con referencias a célebres autores franceses de la talla de Bizet, Ravel, Satie o Debussy, entre otros.

La lírica tuvo un especial capítulo en el desarrollo de la ceremonia, con la interpretación de la habanera de Carmen por parte de la mezzo Marina Viotti, la aparición de Jakub Józef Orliński cantando Viens, Hymen de Rameau, o la versión empoderada de la Marsellesa interpretada por Axelle Saint-Cirel.  El Coro de Radio France y la Orquesta Nacional de Francia, por su parte, se encargaron de aportar solemnidad en el momento de la interpretación del Himno Olímpico, compuesto por el griego Spyridon Samaras.

En cuanto a lo instrumental, el pianista Alexandre Kantorow se dejó llevar por la obra de Ravel Jeux d’eau sobre uno de los puentes que cruzan el Sena. A lo largo del acto, pudieron escucharse grandes obras de autores franceses como la Danza macabra de Camille Saint-Saëns, el Preludo a la siesta de un fauno de Debussy, la Gymnopédie nº 1 de Satie, El aprendiz de brujo de Paul Dukas o el Cuarteto de cuerda en Fa mayor de Ravel, algunas de ellas durante el desfile de las delegaciones participantes.

Pese a lo destacable de la música en la ceremonia, la protagonista inesperada fue la lluvia, que no dejó de caer sobre París durante buena parte del acto. Este elemento levantó no poca polémica, pudiendo ver escenas en las que los participantes tuvieron que luchar contra la meteorología. Destaca, por ejemplo, la imagen de la Orquesta Nacional de Francia bajo la lluvia tocando el Himno Olímpico, o la tapa del piano de Kantorow llena de agua. Esto provocó numerosos comentarios por parte de músicos profesionales y aficionados en redes sociales, preguntándose cómo se podía permitir tales escenas bajo un tiempo tan inestable.

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