Los músicos y directivos de la BOS, en pie de guerra
La pasada convocatoria de huelga de los músicos de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) y las declaraciones entre la institución que da cobertura a la formación y el comunicado publicado por la Asociación de Músicos Profesionales y Orquestas Sinfónicas han mostrado la brecha que existe entre los intérpretes y los directivos.

La Orquesta Sinfónica de Bilbao en la grabación de ‘Mirentxu’ (c) Maika Salguero
Los pasados días 10 y 11 de abril, el comité de empresa de la Orquesta Sinfónica de Bilbao llevó a cabo una huelga que impidió el desarrollo normal de la programación prevista para esos días. En respuesta a esta iniciativa, la dirección de la institución que da cobertura a la formación, la Fundación Juan Crisóstomo de Arriaga anunció mediante un comunicado su sorpresa ante la decisión, señalando las condiciones laborales de los integrantes de la orquesta, yendo de sus días de descanso, hasta los salarios, pasando por los regímenes horarios de trabajo desarrollados durante el año.
Este comunicado ha sido contestado por parte de la Asociación de Músicos Profesionales y Orquestas Sinfónicas (AMPOS), la cual señala a estos directivos como los culpables de la situación acaecida, presentando diferentes puntos en los que contradicen la mencionada carta. A su vez, destacan que el interés de los integrantes de la BOS atiende únicamente a sus condiciones laborales, no económicas. La asociación señala que en el comunicado de la Fundación se acusara a los músicos de abrir una brecha entre el público y la formación por el hecho de ir a la huelga, algo que en esta segunda carta señalan como una labor de la institución, no de los propios músicos, quienes sostienen el trabajo musical.
Esta situación, lejos de allanarse, se encuentra en un punto en el que los directivos y el comité de empresa de la BOS no han llegado a una idea común sobre la que trabajar, pudiendo alargarse en el tiempo de no encontrar soluciones que convenzan a cada una de las partes.
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