Nietzsche y Wagner al habla

Esta semana se celebrará el tercero de los conciertos que la Fundación Juan March ha programado bajo el paraguas de la figura de Friedrich Nietzsche; de la del  músico y la del escritor puestos en relación, pero también del artista enmarcado en su tiempo y en las relaciones (a veces muy importantes) con otros creadores. Los títulos en cada sesión son bien significativos: ´El Melómano´, ´El Poeta´ y ´El Ensayista: Wagner: amor y odio´.  En los tres casos la plantilla incluye un narrador. Me ocupo ahora del tercero de ellos, siendo perfectamente consciente de que llega tarde a esta página de Recomendación semanal, que debería haberse ocupado antes del asunto. No pudo ser en su momento por razones que deseo no dar en estos momentos, pero quiero resaltar que, en todo caso, esta tercera entrega llama poderosamente la atención. Sencillamente, la relación que hubo entre Wagner y Nietzsche sobrepasó con creces los límites de la tortuosidad, y cualquier ensayo o consideración que se pueda hacer al respecto debe siempre celebrarse de manera especial.

Como en los casos anteriores, se trata de alternar lecturas de textos con músicas. Aquí será ese inmenso actor llamado Pedro Casablanc (todavía levito al pensar en su trabajo en ´B´, una de las películas más maravillosamente vergonzantes de nuestro tiempo) quien se encargue de leer fragmentos de El Nacimiento de la tragedia, Richard Wagner en Bayreuth (cuarta Consideración Intempestiva), Nietzsche contra Wagner y El caso Wagner. Para ´amenizar´ la primera, el pianista Stefan Mickisch interpretará antes tres piezas para piano del filósofo, que escribió bajo el impacto de la escucha de las transcripciones que Von Bülow había hecho de algunas partes de Tristán e Isolda.  Tras la referida lectura vendrán las otras, entre las que se intercalarán transcripciones (realizadas siempre por Stefan Mickisch) de fragmentos de Lohengrin, Tristán e Isolda, El ocaso de los dioses y (el tan odiado por Nietzsche) Parsifal.  Como se podrá apreciar, se trata de un apasionante programa de música y conocimiento, que solo un lugar como la Juan March puede permitirse en el mundo de la difusión comercial de la música clásica. Hace pedagogía pura y dura al poner a hablar a dos gigantes de talla inalcanzable, confrontando palabra y música, en un compromiso imposible. Cada nueva reflexión que se vuelva a hacer acerca de la contradicción básica existente entre el poeta Wagner y el músico Wagner debe de celebrarse como una gran fiesta, y si se realiza  tendiendo puentes tan peligrosos como estos, con mayor motivo. En las palabras del gran filólogo que fue el soberbio filósofo quizá no puedan encontrarse las explicaciones suficientes para deshacer la inmensa contradicción a que me referí antes. Pero tampoco sería conveniente que, abducidos por el poder borracho de la música de Wagner, renunciáramos a seguir intentándolo. Así que a conciertos como este habría que ponerle el sello de indispensables. Y otra cosa: las notas al programa de Diego Sánchez Meca son un auténtico lujo.  Pedro González Mira

Stefan Mickisch, piano. Pedro Casablanc, narrador. Obras de Nietzsche y Wagner. Fundación Juan March. Miércoles 30, 19.30 h. Entrada libre.