Leo Nucci: “Regresé a los escenarios porque se lo debo al público”

El barítono vuelve a actuar tras haber anunciado su retirada y lo hace en La Scala como parte de la producción de La Traviata

Leo Nucci

“El 22 de febrero dije que la de esa tarde sería mi última actuación como barítono”, explica Leo Nucci en una entrevista. En ese momento, el cantante se encontraba en Turín, donde interpretaba el papel de Nabucco en la ópera homónima de Verdi. Un día antes, la ciudad donde él reside fue confinada al ser la primera en Europa donde se declaró el primer caso de coronavirus.

Sin embargo, el convencimiento de que “cada uno tenemos un papel en la vida y es nuestro deber cumplirlo”, le hizo regresar a los escenario tan pronto como remitió la primera ola de la pandemia, participando como Giorgio Germont en La Traviata del Teatro del Maggio Musicale de Florencia. “Pensé que el público lamentaría no volver a verme cantar. Tenemos que cumplir con nuestro deber en la vida porque es la manera en que cumplimos con los demás. Como tanta gente, yo también he perdido compañeros y amigos por la Covid-19, y por su memoria debo continuar con mi carrera. Estos tiempos horribles deben superarse con el compromiso de todos nosotros”.

“Lo que más me impactó en mi vuelta a los escenarios, como también me comentó Zubin Mehta, es el vacío en la platea, la distancia de seguridad entre el público, las butacas sin ocupar”, expresa sobre su participación en la versión en concierto de La Traviata en La Scala. Su relación con este teatro comenzó con la misma pasión con que su familiar escuchaba ópera. Persiguiendo una vocación de cantante lírico, que despertó cantando fragmentos de ópera que escuchaba en su casa, se presentó a las audiciones para el coro de La Scala en 1970 y siete años más tarde regresó a su escenario como solista en Il Barbiere di Siviglia. Desde entonces ha participado en todas las temporadas del coliseo milanés.

Cuando se le pregunta por el futuro del género lírico, Nucci responde que esa cuestión ha estado presente casi desde los inicios de la ópera y siempre se ha respondido con la innovación de cada época: “Los compositores, cuando se hacían esta pregunta, se veían empujados a nuevos caminos, a crear cosas nuevas. La ópera se adapta a cada tiempo como ninguna otra expresión artística. No sé qué pasará en los próximos doscientos años, pero ya veo tendencias nuevas. Como amante de los musicales de Broadway, en títulos como Le Miserables o El fantasma de la Ópera se ven influencias del género lírico. Creo que en un futuro, la sinergia entre ambos géneros jugará un papel importante. La ópera que se tilda de novedosa pero realmente continúa repitiendo los esquemas del pasado está condenada a desaparecer. Algún día volverá a nacer un nuevo Mozart y su obra será completamente diferente, brillante, sin parangón. Pero como decía Verdi, tenemos que mirar al pasado, no volver a él. Quizás el destino de la ópera es dejar de llamarse ópera, y tendrá un nombre nuevo”.

Lea la entrevista completa en este enlace.