Nueva cátedra en la Escuela Reina Sofía

Escuela Superior de Música Reina Sofía

Paloma O’Shea, que a sus 88 años conserva una presencia física envidiable y una aún más admirable energía mental que le permite saber y controlar la situación de cada profesor y alumno en su ESMRS, acaba de crear una nueva cátedra. Decidió clausurar su célebre Concurso de Piano, porque le suponía gastar muchas energías personales, pero ahora se lanza con la cátedra de postgrado, quizá más complicada de gestionar hasta la fecha, puesto que se trata de formar directores de orquesta. Un pianista o un violinista aprenden con sus instrumentos y un maestro, pero un director de orquesta necesita una orquesta para trabajar.

A la convocatoria se presentaron sesenta aspirantes de muchos países, para pasar doce la primera criba y finalmente seleccionar cuatro jóvenes, dos españoles, un israelita y un alemán, de edades entre los veinticinco y treinta y tres años. Se quiso, pero no se pudo, que alguno de los cuatro elegidos fuese un español que hubiese estudiado en España, pero fue imposible, como también lo fue contar con una mujer, aunque se espera poderlo logar en convocatorias sucesivas.

Las pruebas, aparte de lo que es propiamente dirección de orquesta, también midieron la capacidad en el uso del instrumento que tocaba cada uno de los aspirantes. Los estudios durarán entre uno y dos años, dependiendo de la preparación inicial -los cuatro tienen ya experiencia- y evolución de cada alumno y de forma que en cada curso haya dos viejos y dos nuevos alumnos.

La cátedra lleve el nombre de Zubin Mehta, afortunadamente recuperado de un cáncer con metástasis que estuvo a punto de llevarle a la muerte, y al que se le espera en el curso en alguna ocasión.

El catedrático es el profesor Nicolás Pasquet, nacido en Montevideo, pero qué ha pasado cuarenta años en Alemania, donde se acaba de jubilar por ley y donde ha ocupado diversos cargos, ha dirigido distintas orquestas y también ha dado cursos de dirección. El profesor Pasquet debutó la semana pasada, dirigiendo la orquesta Freixenet con un programa que giraba en torno al destino y obras de Beethoven, Berg y Chaikovski.

Condición indispensable es contar con acuerdos con orquestas dispuestas a ceder su podio a estos alumnos. No ha sido tarea fácil, pero se ha logrado un amplio número de agrupaciones, tanto españolas como extranjeras, dispuestas a colaborar. Ya se ha celebrado la primera reunión del acuerdo entre diversas orquestas españolas para este proyecto conjunto que también servirá para unirlas en algo común más allá de la AEOS.

Esta primera ocasión ha tenido lugar en Badajoz, donde han trabajado algo menos de una semana junto a un solista que provenía también de la escuela, y han preparado un programa en el cual dirigían los cuatro alumnos alternándose hasta, por ejemplo, repartirse los cuatro tiempos de una sinfonía entre dos. No todos los cursos van a tener un concierto final, ya que en otros casos se alquilarán las orquestas para sólo trabajar y así, por ejemplo, se empezará en País Vasco.

Pero no queda aquí la cosa, porque ya hay una aspiración a que, más adelante, todo ello se complemente con un concurso internacional de dirección de orquesta. ¡Bravo por la ESMRS y su fundadora y directora!

Gonzalo Alonso