Todo un artista de la batuta
El Mundo, 22 de febrero
A una semana de cumplir los 86 años, nos ha dejado uno de los . más conocidos directores de orquesta españoles, el leonés Odón Alonso. Nacido en La Bañeza el 28 de Febrero de 1925, era hijo de otro director de orquesta, Odón Alonso González, que durante años mantuvo contra viento y marea, y en los peores años de la cultura musical española, una orquesta sinfónica en León.
Odón Alonso estudió en el Conservatorio de Madrid y también en la Facultad de Filosofía y Letras capitalina, pero completó su formación en Salzburgo y Viena. Sus comienzos profesionales en la música fueron cono pianista, aunque pronto su verdadera vocación se decantó hacia la dirección de orquesta. Ya en 1950 asumió los mandos del Coro de Cámara de Radio Nacional de España, yen 1953 fue titular de la Orquesta de Solistas de Madrid yen 1957, del Teatro de la Zarzuela. Allí realizaría la mítica Doña Francisquita que consagró a Alfredo Kraus y desde donde iría, en 1960, a la Orquesta Filarmónica de Madrid, en la que desarrolló una intensa labor de difusión de los clásicos españoles y de incorporación de nuevas composiciones.
Sin embargo, su gran labor directorial la desarrolló entre 1968 y 1984, como titular de la Orquesta Sinfónica de la Radiotelevisión Española. Con ella hizo centenares de conciertos, estrenó numerosas obras nuevas de compositores españoles y dio a conocer al público español numerosas grandes obras del siglo XX, como Gurre Lieder de Schónberg, Turangalila de Messaien o la Sinfonía de Luciano Berio entre otras muchas.
En 1986 accedió a la dirección de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico y del Festival Casal de la isla, donde también realizó una labor que no se ha olvidado. Entre 1995 y 1999 fue también titular de la Orquesta Filarmónica de Málaga. Detentó además la cátedra de ópera y Oratorio de la Escuela Superior de Canto de Madrid. Son muchos los momentos ilustres que trufan su historial, como la triunfal presentación, por primera vez en la ópera austriaca, de las grandes zarzuelas españolas en Viena.
La mayoría de sus admiradores destacaron siempre que lo que caracterizaba sobre todo a Odón Alonso era ser un grandísimo artista, por encima de la especialidad de la propia dirección de orquesta. Hombre culto, músico sensible, sus interpretaciones cobraban una dimensión humanística como rara vez ha ocurrido en directores españoles. A veces incluso se decía que ello perjudicaba la técnica directorial, pero él pensaba que la música es sobre todo transmisión de emociones estéticas y no un ejercicio de la impoluta mecánica de la batuta. Por eso sus interpretaciones jamás dejaban a nadie indiferente y, si en ocasiones podían estar menos logradas, en los grandes momentos de su actividad una versión suya no podía ser superada por nadie, ya que, si algunos podían ser más directores, ninguno podía ser más artista.
Hombre de su tiempo, atento a lo que le rodeaba, Odón Alonso era además un personaje entrañable, cordial, muy amigo de sus amigos, extraordinariamente simpático y magnífico conversador. Le interesaban tanto el gran repertorio como las músicas antiguas, practicando el barroco en muchas ocasiones, y las modernas ya que sin duda es uno de los directores españoles que más estrenos ha realizado. TOMAS MARCO