Ópera y artistas transgénero, un camino por recorrer
Entrevistas a cantantes de ópera transgénero sugieren la importancia de la existencia y visibilidad de espacios inclusivos en el mundo de la ópera
Lucia Lucas, considerada una de las mejores cantantes de 2023, es la primera mujer transgénero con una tesitura de barítono en la historia de la ópera, y fue la primera mujer en interpretar a Don Giovanni en 2019: “el personaje fue reconstruido como “Don Giovanna” y alcanzó un gran éxito permitiendo a Lucas brillar como cantante y actriz”, afirma la revista Classical Voice. Durante los últimos años, cada vez más producciones cuentan con un reparto de género expansivo aunque, en la mayoría de los casos, se trata de producciones sobre obras nuevas, como Proximity, The World’s Wife y Lili Elbe. Esta última, ópera del compositor americano Tobias Picker, relata la exploración de identidad y transición de Lili Elbe -artista danesa y una de las primeras personas conocidas en someterse a una cirugía de cambio de sexo- y su relación con la pintora Gerda Wegener. La ópera fue escrita pensando en Lucia Lucas como protagonista, que afirma que “hay mucha similitud entre la historia de Lili y la mía propia”.
Por otro lado, la cantante Katherine Goforth, Primer Premio True Voice de la Ópera Nacional de Washington, habla sobre la alineación entre el género del cantante y el género del personaje a representar, afirmando que “a veces, interpretar a personajes que no comparten el mismo género que el artista puede ser un problema”. En su caso particular, y tras una carrera interpretando papeles tradicionalmente masculinos, Goforth presentará en mayo de 2024 un programa de arias para soprano transportadas una o dos octavas, pudiendo ser cantadas, de esta manera, por una voz de tono más bajo. La cantante concluye: “Este proyecto es para enseñarle a la gente cómo sonarían Mimi, de La bohème o Susanna, de Las bodas de Fígaro, si estuviesen interpretadas por una voz más grave”.
Con una voz asociada tradicionalmente a papeles femeninos, Teiya Kasahara comenta que “lo realmente complicado es interpretar un género de una única manera en concreto, limitando la expresión de la feminidad en mis papeles”.
La experiencia de Sam Taskinen es, aunque no sencilla, diferente. En comparación con la situación de los Estados Unidos, en Alemania, donde la cantante está asentada, hay mayor diversidad en la programación y en el desarrollo de nuevas obras. Miembro de la Komische Oper de Berlin, Taskinen reconoce que su trayectoria ha sido posible gracias a la visibilidad conseguida, “con sangre, sudor y lágrimas”, por Lucia Lucas.
La visibilidad de artistas transgénero en el mundo de la ópera depende, en gran medida, del interés del público. Jude O’Dell, creador de la Jupiter Opera Development Foundation, concluye sobre este tema: “El mundo tiene ganas de buenas historias bien contadas, independientemente de si son historias sobre el género o no […] Escribir una buena historia y contarla bien es todo lo que se necesita”.
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