Ópera Australia recorta personal y opta por una programación comercial para paliar la crisis

La compañía prescinde de un 25% de su plantilla e incluye en su programación teatro musical y películas

Ópera de Sídney

“Este podría ser el final de la ópera según la conocemos”, explica el periodista Nick Galvin en el diario The Sydney Morning Herald. Según un nuevo documento presentado por Opera Australia (OA), la compañía va a modificar su posición artística para aumentar su recaudación con eventos que atraigan a públicos más allá de la ópera.

La dirección de Opera Australia ha compartido las nuevas líneas de su próxima temporada con su personal, que además se verá reducido en un 25%, reducción que afecta también a 16 miembros de su Orquesta. Pero incluso se ha puesto a la venta escenografía y vestuario.

El oboísta Mark Bruwel, presidente de la Asociación de Músicos de Orquestas Sinfónicas y uno de los músicos despedidos, acusa a OA de cesar a aquellos intérpretes representantes del Sindicato. El clarinete principal, cuatro violines, trombón bajo y tuba han sido despedidos del conjunto, ante lo que Bruwel reclama que “no se puede tener una orquesta sin clarinete principal ni metales”. La compañía ha contestado que se ha reducido la plantilla de acuerdo a los instrumentistas que menos participan en la temporada.

Los músicos, que están recibiendo cartas de apoyo de compañeros de todo el mundo, insisten en que este cambio de estructura responde a la nueva dirección de la programación artística. Los integrantes de la Sinfónica de Sídney han expresado también su descontento por la medida y proponen tomar como ejemplo los acuerdos entre gerencia y orquesta de otros países, en los que se recorta o suspende el sueldo de sus empleados para evitar despidos. “La salud del sector artístico depende de poder mantener los trabajos para cuando podamos volver a actuar”.

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