Recomendación:Le Cinesi de M. García en la Juan March
Tres funciones serán parte del proyecto didáctico del Teatro de la Zarzuela
Los días 9, 11, 14 y 15 de enero de 2017 se representa en la Fundación Juan March Le cinesi, ópera de salón en un acto compuesta originalmente para piano y cuatro voces por Manuel del Pópulo Vicente García (1775-1832) al final de su intensa y polifacética carrera, en torno a 1831, sobre un popular libreto de Pietro Metastasio fechado en 1735.
En las mañanas de los días 10, 12 y 16 de enero habrá, en la propia sede de la Fundación, tres funciones didácticas para alumnos de secundaria (previa petición), como parte del proyecto didáctico del Teatro de la Zarzuela.
La dirección musical está a cargo de Rubén Fernández Aguirre, quien ya ha dirigido tres óperas de salón de Manuel García, y la dirección de escena de Bárbara Lluch, quien debuta con esta producción tras una larga carrera como colaboradora de directores de escena en España y Reino Unido.
El elenco está conformado por José Manuel Zapata, Marina Monzó, Cristina Toledo y Marifé Nogales. El equipo artístico, en el que claramente predominan las mujeres, está además conformado por la escenógrafa Carmen Castañón, la diseñadora de vestuario Gabriela Salaverri y el bailarín Rafael Rivero.
El arte vocal del primer Romanticismo tuvo en Manuel García su intérprete más destacado. Reputado profesor de canto, recorrió el mundo haciendo gala de un estilo virtuosístico indisolublemente asociado a las óperas de Rossini. Además, encabezó una larga saga de cantantes, entre los que destacan María Malibrán y Pauline Viardot, autora de la opereta de salón Cendrillon, representada en 2014 en esta misma sala para inaugurar esta serie de Teatro Musical de Cámara. Pero el legado más perdurable de su polifacética carrera podemos asociarlo a su fecunda actividad compositiva, vertiente todavía muy desconocida excepción hecha de su celebérrima “Aria del contrabandista”. Su extenso catálogo está conformado por unas 150 composiciones e incluye una abundante producción teatral, con un valioso corpus de cinco óperas de salón al parecer compuesto en París en torno a 1830. Este ramillete singular de genuinas óperas de cámara está encontrando, en los últimos tiempos, su lugar en los escenarios, como demuestran las recuperaciones de L’isola disabitata y Un avvertimento ai gelosi.
A estos títulos se suma ahora esta nueva producción de Le cinesi, a efectos prácticos olvidada desde su estreno parisino en los espacios domésticos del compositor. Posiblemente compuesta para ser interpretada por sus alumnos como parte de su formación profesional, Le cinesi de García fue la última de las 14 óperas documentadas sobre el libreto exitoso y centenario que escribiera Metastasio en 1735. La pervivencia de este texto no solo confirma la maestría dramatúrgica de este afamado poeta del teatro, sino también la vigencia de una trama que explora la mirada exótica hacia otra cultura y los conflictos de identidades que genera. Un tema, pues, de plena actualidad que nos sigue apelando hoy como oyentes en el mundo globalizado del siglo XXI.
Esta producción conforma la sexta edición del formato Teatro Musical de Cámara, proyecto desarrollado conjuntamente por la Fundación Juan March y el Teatro de la Zarzuela con la vocación de recuperar un extenso repertorio teatral que por su dimensión y naturaleza no suele tener cabida en los teatros de ópera convencionales.
Manuel García (Sevilla, 1775-París, 1832) fue cantante, director, pedagogo y compositor. Se inició en Madrid cantando y componiendo tonadillas, y más tarde actuó y estrenó óperas propias en Francia, Italia, Inglaterra, Estados Unidos y México. García interpretó el rol del conde de Almaviva en el estreno de Il barbiere di Siviglia de Rossini en Roma (1816), Londres (1818), París (1819) y Nueva York (1825). En esta ciudad representó por primera vez el Don Giovanni de Mozart, en presencia del libretista Lorenzo da Ponte.
García fue maestro de una larga saga de cantantes, entre los que destacan sus propios hijos: Manuel Patricio García (1805-1906), reputado maestro de canto e inventor del laringoscopio; María Malibrán (1808-1836), la cantante más admirada de su época, intérprete de óperas de Rossini, Mozart, Bellini o Donizetti, y Pauline Viardot (1821-1910), cantante y compositora de obras como Cendrillon, interpretada en esta misma sala en 2014.
García compuso un gran número de obras de los géneros más diversos. Su ópera-monólogo El poeta calculista fue la más conocida, y el polo “Yo que soy contrabandista” se difundió por Europa y América. Hacia 1831, García compuso en París cinco óperas de salón, entre las que se encuentra Le cinesi. La variedad de situaciones dramáticas y las exigencias técnicas vinculadas al bel canto la convierten en una obra óptima para el aprendizaje del virtuosismo vocal.
Le cinesi se basa en un libreto que Pietro Metastasio había escrito en 1735 y revisado en 1749. Metastasio (1698- 1782) fue el libretista más influyente del siglo XVIII y, aunque vivió en Viena, colaboró con la corte española por mediación de Farinelli. García introdujo algunas modificaciones en el libreto original para actualizarlo. Musicalmente, los elementos más innovadores son los conjuntos, que vinculan la obra con modelos de Rossini, al tiempo que mantiene el recitativo. Si el exotismo del libreto original reflejaba los cambios sociales que estaban aconteciendo en la época, García insertará su obra en la corriente orientalista del Romanticismo. La puesta en escena de esta producción sitúa la obra en la China del XVIII, inspirándose en la estética oriental: mobiliario, vestuario, caracterización y gestualidad transmiten la fascinación y el misterio que Oriente suscita en la mirada occidental.
Últimos comentarios