Operalia 2005
Operalia 2005
Operalia nación en 1993 como una iniciativa de Plácido Domingo para ayudar a los jóvenes cantantes en sus inicios, una ayuda de la que él no dispuso. A la largo de estos años ha promocionado nombres como los de los tenores José Cura y Rolando Villazón o las sopranos Ainoa Arteta y Mariola Cantarero. A la final madrileña llegaron trece cantantes de los cuarenta escuchados en los cuartos de final en el Teatro de la Zarzuela. La mitad de los participantes provenían del continente americano -EEUU, Canadá, Brasil, Méjico y Argentina- y el resto de Australia, Letonia, Italia, Portugal, Alemania y Rusia. Los once seleccionados en repertorio operístico mostraron lo más lírico de él, sin que hubiese casi ningún exponente del repertorio dramático. Hasta Argentina, Méjico, Portugal, Alemania, Rusia y USA ha llegado la zarzuela, siendo de valorar el esfuerzo de los provenientes de esos países.
Plácido Domingo volvió a mostrar su versatilidad, además de como promotor, dirigiendo las diecinueve piezas presentadas. Y también su fortaleza, pues en esos cinco días también completó toda la parte del tenor en la grabación de la “Pepita Jiménez” de Albéniz con la Orquesta de la Comunidad de Madrid.
Diez personalidades de la música, entre las que se encontraban Emilio Sagi -¡a la misma hora jurado en el Real y cosechando aplausos en la Zarzuela!-, Joan Matabosch y Helga Schmidt -responsables artísticos del Real, Liceo y Palacio de las Artes- y otras ligadas a teatros como el Chatelet, Covent Garden o Bordeaux otorgó los primeros premios al barítono ruso Vasily Ladyuk y a la soprano americana Susana Phillips, galardonada también por el público asistente. No parece probable que esta vez puedan surgir de entre los concursantes figuras como Cura o Villazón, pero varios de ellos, especialmente el tenor portugués Bruno Ribeiro -¿qué pasó con él? Incomprensiblemente sin premio alguno- y el barítono ruso Vasily Ladyuk, harán carrera. Dos figuras Teresa Berganza y José Carreras escucharon desde platea como las concursantes interpretaban “Piangero la sorte mia”, el rondó de “Cenerentola” o el aria de tenor de “Baile de máscaras”. Como cantaba Mary Hoppkins “Aquellos fueron los días”.
Gonzalo ALONSO
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