Opinión y crítica sobre San Francisco de Asís en Arena de Cosme Marina
Realmente es destacable por su equilibrio la crítica escrita por Cosme Marina en La Nueva España respecto a San Francisco de Asís en Arena. Por ello la reproducimos aquí.
“… Y del Real, al día siguiente, excursión a la Casa de Campo, al Madrid Arena, para navegar por ese extenso fresco religioso con el que Olivier Messiaen buscó transmitir el legado espiritual de San Francisco de Asís. El reto para el Real era inmenso y lo superó con creces en varios apartados, especialmente en lo que al aspecto musical y la organización y logística en general se refiere. Quizá estas funciones hayan estado concebidas como un embrión hacia un gran festival de verano en la capital española. Ahí ya el tiempo desvelará la incógnita.
La apuesta por el «San Francisco de Asís» de Messiaen está lastrada, a mi modo, de ver, por el empeño en trasladar al Madrid Arena una producción que no va más allá de ser un espectáculo semiescenificado carente de valores dramatúrgicos destacados. Más allá de la colorista gran cúpula poco más se aporta. La instalación de Emilia e Ilya Kabakov impacta de entrada, pero su efecto se diluye muy rápidamente y la disposición escénica de Giuseppe Frigeni tampoco se puede decir que sume excesivas virtudes. No entiendo el enorme gasto derivado de realizar todo el traslado para unos resultados que hubieran sido notablemente mejores dentro del teatro. En definitiva, un dispendio bien alejado del ascetismo franciscano. Afortunadamente, la adecuación acústica del espacio fue sensacional y en este ámbito precisamente se asentó el éxito de una producción que levantó al público de sus asientos con entusiasmo al final de la misma.
La espectacular SWR Sinfoniorchester de Baden-Baden y Friburgo -una de las formaciones europeas de primera división que son habituales del ciclo de conciertos de nuestro auditorio Príncipe Felipe- propició bajo las órdenes de Sylvain Cambreling una versión mayúscula de la obra. La sutileza de la orquestación de Messiaen, sus texturas vigorosas brillaron con énfasis y rigor expresivo con un trabajo muy bueno de los coros «Intermezzo» -titular del Real- y el de la Generalitat Valenciana. Un buen reparto defendió el título con garantías, especialmente Alejandro Marco-Buhrmester como San Francisco o Camilla Tilling encarnando al ángel. Lástima que no se pudiese presenciar un trabajo escénico de calado porque una obra de estas especiales características merece algo más que un acercamiento tan pobre y esquemático en este ámbito. De hecho otros acercamientos recientes a la obra en otros teatros europeos tienen mayor entidad. Mortier debe estar más que satisfecho con el éxito de su gran iniciativa estrella, si bien en momentos económicos tan duros para este país tendría que imponerse una reflexión sobre la necesidad de estudiar a fondo este tipo de proyectos «extramuros» del Real hacia propuestas que requieran de verdad un recinto de estas características. De lo contrario no dejan de ser fuegos artificiales pagados con dinero de los impuestos de todos los españoles. Asunto este muy serio y que debiera ser tenido en cuenta de manera prioritaria”.
Cosme Marina. La Nueva España, 18/07/2011
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