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Malditas bañeras
Reflexión para Rodrigo Rato
Por Publicado el: 11/02/2012Categorías: Artículos de Gonzalo Alonso

Orgía pianística

Orgía pianística
Paloma O’Shea es una de las personas del mundo musical por la que siento más afecto y admiración. Su dedicación y entrega a la música es digna de todo elogio. Años de trabajo constante y bien enfocado, de alegrías y sin duda también disgustos, han cuajado en la que posiblemente sea la escuela de música más importante de Europa. Se dirá que es elitista, pero cómo podría ser de otro modo con tan poco aportación pública. Se ha de financiar a través del mecenazgo privado y eso lo maneja como nadie. Se ha podido comprobar de nuevo por público empresarial que llenó esta semana la preciosa sala Sony durante tres días consecutivos. La infanta Margarita, Juan Miguel Villar Mir y O’Shea presidían los homenajes a Dimitri Bashkirov en la coincidencia de sus veinte años en la Escuela Reina Sofía y los ochenta de vida. Un magnífico regalo de cumpleaños de Paloma, que demuestra su generosidad con quien fuera el primer fichaje de la institución y, desde entonces, responsable de la cátedra de piano Fundación Banco Santander.
Luis Suñén ahondaba en sus preciosas notas al programa de mano sobre las “escuelas pianísticas” entendidas como árbol genealógico de maestros y discípulos. Bashkirov, descendiente musical de la línea Goldenweisser y Virsaladze, ha creado escuela. Ahí están los Alexeev, Demidenko, Thai Song, Gilad, Volodos y los doce pianistas, alumnos en su día de la Escuela Reina Sofía, que han participado en las cariñosas citas llenas de notas de un repertorio variadísimo. Cada uno de ellos ha dado lo mejor y, habiendo asistido sólo al primer concierto, he de resaltar la enorme demostración de poderío y portentosidad ofrecida por Eldar Nebolsin y Plamena Mangova con un piano estrenado este curso. Estoy seguro que las tres jornadas habrían hecho las delicias de críticos tan amantes del piano como Enrique Franco o Harold Schonberg, por cierto ligado también este segundo a los cursos de Santander en sus últimos años de vida. En Cantabria y en Madrid está parte del futuro del instrumento.
Quien no pueda acudir el pequeño pero magnífico auditorio de la Escuela puede seguir sus conciertos en vivo –y recomiendo los de cámara- por Internet a través de www.classicalplanet.com/live. Siempre a la última.

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