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Por Publicado el: 30/01/2012Categorías: Crítica

ORQUESTA PARA TODO

ORQUESTA PARA TODO

Ibermúsica: Orquestas y Solistas del Mundo
DEBUSSY/MATTHEWS: Preludios, DEBUSSY: Fantasía para piano y orquesta, BERLIOZ: Sinfonía fantástica. Nelson Freire (piano), Orquesta Sinfónica de Londres. Dir.: Michael Tilson Thomas. Auditorio Nacional, Madrid, 26 de enero de 2012.

La pasada campaña el director americano Michel Tilson Thomas (Los Ángeles, 1944) vino a este mismo serie de conciertos con la orquesta que ha convertido en prolongación de su brazo, la Sinfónica de San Francisco, dentro del ciclo Mahler organizado por Ibermúsica. Vuelve ahora con la gran Sinfónica de Londres, de la que fue titular entre 1988 y 1995, y de la que es Principal Director Invitado.
La orquestación realizada entre 2005 y 2007 por el británico Colin Matthews (Londres, 1946) de los 24 “Preludios” pianísticos de Debussy se une a las, igualmente completas, del holandés Hans Henkemans (1971-72) y del belga Luc Brewaeys (2002-2005), esta última, extraordinaria, casi coetánea de la del músico inglés. El trabajo de Matthews contiene, de otra parte, pasajes memorables, en especial en “El viento en la llanura” (número 3 del Libro I) y en la célebre “Catedral sumergida” (número 10), con un rico tratamiento de la percusión. Thomas interpretó una selección de una serie de instrumentaciones – transformaciones nacidas para otra orquesta inglesa, la Hallé de Manchester.
La “Fantasía” de Debussy nunca entró en el gran repertorio, pese a ser obra de especial belleza, pero carente de virtuosismo para el solista. El brasileño Nelson Freire (1944), uno de los pocos poetas actuales del piano, hizo filigranas en la pieza, de partitura armado, y casi sacó de dónde no hay, o hay poco. Maravilloso el solo de violín de Carmine Lauri al final de la composición, en genuino dúo con Freire.
En apenas una semana se han escuchado en Madrid dos versiones excelentes de la “Sinfonía fantástica” de Berlioz, la de Frühbeck de Burgos con la Orquesta Nacional y la que ahora se reseña: la Nacional está en magnífica forma, pero la London Symphony, ventaja para Tilson Thomas, lleva décadas siendo una de las primeras formaciones del planeta. A diferencia de Frühbeck, Thomas no sigue la versión revisada de la partitura, que incluye una irónica corneta en el “Vals”, y sí hace la repetición –inesperada, singular- de la “Marcha al patíbulo”. Soberbiamente tocada, con memorables solos de oboe –el español Juan Pechuán Ramírez, recién incorporado a la formación-, corno inglés –la excepcional Christine Pendrill- y clarinete –Chris Richards- en la “Escena en el campo”, la “Sinfonía” echó chispas en el turbulento aquelarre que cierra la obra. MTT –sus siglas y nombre de guerra- volvió a exhibir su musicalidad e impresionante técnica, y la LSO –las otras siglas, las de la orquesta- revalidó su condición de formación fabulosa. José Luis Pérez de Arteaga

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