El conjunto de RTVE se presenta en Valladolid el 11 de noviembre, fecha en la que el conjunto castellanoleonés actuará en el Teatro Monumental

König y la Orquesta de RTVE y Fischer con la OSCyL

El día 11 de noviembre, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) y la de RTVE (ORTVE) intercambiarán sus sedes como parte del marco de colaboración entre ambas entidades.

En el caso de la primera, estará dirigida por Thierry Fischer y contará con Cristina Gómez Godoy, oboe solista de la Orquesta Estatal de Berlín desde 2013, que debuta con la OSCyL. Con este concierto, precisa la orquesta, celebrarán el centenario de la muerte de Tomás Bretón: “Tras rendirle homenaje en los grandiosos marcos de su programación estival –el Concertgebouw de Ámsterdam y el Konserthus de Stavanger– presenta en temporada la obertura de su ópera Tabaré, recientemente rescatada en el Teatro de la Zarzuela. El programa se completa con una selección, realizada por el propio Thierry Fischer, de números del ballet Cenicienta de Serguéi Prokófiev y con el Concierto para oboe y pequeña orquesta en Re mayor de Richard Strauss, para cuya interpretación nuestro director titular ha querido contar con la joven oboísta española Cristina Gómez Godoy”.

Como réplica, la Sinfónica de RTVE se traslada por primera vez al Centro Cultural Miguel Delibes junto a su director titular Christoph König. El programa se inicia con el poema sinfónico Castilla que María de Pablos compuso en 1927 basado en los versos homónimos de Manuel Machado y que mereció el Primer Premio de Composición en el Conservatorio de Madrid. El programa continúa con la presentación de la pianista alemana Olga Scheps, quien interpreta el Concierto para piano n.º 3 de Beethoven. Escrito en 1800 y estrenado por el propio compositor al piano tres años después, el concierto está dedicado al príncipe Luis Fernando de Prusia, gran melómano y combatiente en las guerras napoleónicas. Concluye el programa con las Danzas sinfónicas de Serguéi Rajmáninov, última obra sinfónica del catálogo del compositor ruso. Dedicada a Eugene Ormandy y estrenada por la Orquesta de Filadelfia en 1940, la obra puede considerarse un compendio de su bagaje compositivo y una reivindicación de su identidad rusa: la fuerza expresiva de sus melodías es una característica compartida con Chaikovski, las fluctuantes armonías y modulaciones nos recuerdan a Prokófiev y la portentosa energía rítmica del primer movimiento reivindica al Stravinski de La consagración de la primavera.