“OTELLO” en el Real: 2º reparto
OTELLO (G. VERDI) 2º reparto
Teatro Real de Madrid. 25 Septiembre 2016.
Estas notas corresponden al segundo de los repartos programados, aunque sea muy discutible considerarlo como tal, teniendo en cuenta que los precios de las localidades eran los mismos para los dos. No cabe duda de que, al menos sobre el papel, la diferencia de calidad entre los dos repartos programados era muy clara, siendo sorprendente que se hayan practicado los mismos precios. Como no podía ser de otra manera, el público ha mostrado claramente sus preferencias a la hora de pasar por taquilla. Supongo que la distribución de abonos habrá dejado insatisfecho a más de uno.
Nada tengo que añadir a lo escrito el día anterior sobre la producción de David Alden, que me sigue resultando muy poco convincente, aparte de pobretona.
La dirección de Renato Palumbo me ha gustado más que en el primer reparto. Ha controlado más el volumen orquestal, sobre todo en el segundo acto y, en general, ha sido una buena lectura de la ópera, de un director que domina la partitura. Me ha seguido pareciendo lo más flojo el concertante que pone fin al tercer acto.
El nuevo Otello era el tenor coreano Alfred Kim, a quien hemos tenido ocasión de ver en varias ocasiones en España, aunque creo que es la primera vez que canta en el Teatro Real. La voz tiene cierto atractivo, aunque no sea una voz de tenor dramático. No tiene problemas por arriba y se entrega con valentía al personaje, como siempre hace. Hay, sin embargo, una clara falta de variedad de colores en su canto y eso hace que resulte un tanto monótono, especialmente en la segunda parte de la ópera.
La soprano armenia Lianna Haroutounian se incorporó al reparto como Desdémona tras la cancelación de Krassimira Stoyanova. Tiene un centro agradable y amplio, siendo lo mejor la manera en que se abren sus notas altas, mientras que siempre se ha quedado un tanto corta en graves. Lo hizo bien, pero me quedo con la interpretación de Ermonela Jaho en el primer reparto. Lianna Haroutounian puede ser más poderosa, pero su canto es menos matizado y sus piani no tienen la calidad de los de la soprano albanesa.
El barítono catalán Ángel Ódena fue Iago, rol que debutara el año pasado en Sevilla. Entonces eché en falta una mayor matización, ya que no es éste un personaje para alardes vocales, a los que tan dado es este barítono. En esta ocasión le he encontrado mejor como intérprete, cantando con más intención que entonces y sin recurrir a abrir sonidos.
El nuevo Cassio era el tenor catalán Xavier Moreno. Lo hizo bien, con una voz más lírica y reducida que la de Alexy Dolgov en el primer reparto. El resto de personajes repitieron actuación y lo hicieron bien. Eran Gemma Coma-Alabert (Emilia), Fernando Radó (Ludovico), Vincenç Esteve (Roderigo) e Isaac Galán (Montano y Heraldo).
De víspera el Teatro Real no había llegado a vender el 80 % de las localidades, aunque el aspecto del teatro era mejor que lo que indica esa cifra. Supongo que habrá habido ofertas de última hora. El público se mostró poco entusiasmado, siendo las mayores ovaciones para Lianna Haroutounian.
La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración total de 3 horas y 4 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 2 horas y 33 minutos, es decir 3 minutos más que el día anterior, estando la diferencia en los dos último actos. Cuatro minutos de aplausos, que son prácticamente igual que los del primer reparto, radicando la diferencia en el hecho de que el coro y figurantes no saludaron en esta ocasión.
El precio de la entrada más cara era de 214 euros, habiendo butacas de platea al precio de 204 euros. La entrada más barata con visibilidad costaba 35 euros. José M. Irurzun
Fotos: Javier del Real
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