Otra vuelta de tuerca de Plácido Domingo
No, no se trata por ahora de la partitura de Britten sino de una de Alfano, compositor más conocido por haber completado la “Turandot” de Puccini que por su propia obra. Plácido Domingo afrontará hoy un reto más: debutará en el Metropolitan neoyorquino –el actual templo de la lírica tras los muchos traspiés de la Scala- en el papel de Cyrano de Bergerac.
A estas alturas de una larguísima y muy fructífera carrera, iniciada en 1959, resulta admirable su disposición a abordar nuevos retos. No hay casi ópera que Domingo no haya cantado. Hasta “Tristán e Isolda” se le ha rendido, aunque sólo sea discográficamente, y pronto podremos disfrutar de una nueva versión completa de la obra romántica por excelencia del repertorio alemán. Fue grabada en los míticos estudios de Abbey Road, donde los Beatles crearon otra historia musical, y se pondrá a la venta este verano.
Me consta que al legendario tenor Mario del Monaco le propusieron cantar “Cyrano de Bergerac” y que éste respondió: “Es demasiado aguda para mí”. Si lo era para del Monaco y su timbre broncíneo, mucho más lo ha de ser para Domingo, pero los agudos no lo son todo ni siquiera en la ópera. Él ya lo demostró en “La Boheme” o “Il Trovatore”. También cuentan inteligencia, musicalidad o la belleza única de su centro aterciopelado y estoy seguro que realizará una lectura tan humana del personaje creado por Edmon Rostand que no desmerecerá de los paralelos cinematográficos de José Ferrer, Gerard Depardieu o Steve Martin.
Él hará que la nariz caiga simpática desde su primera escena, cantará y luchará a capa y espada como un héroe y no sólo se llevará, afortunadamente no a la tumba como en la historia, el corazón de Roxanne sino el de todos los espectadores. Plácido Domingo lo ha conseguido ya en otros cien personajes, un hito no superado en la historia de la lírica. Gonzalo ALONSO