Paralelismos entre La Scala y el gobierno de Italia
Paralelismos entre la Scala y el gobierno de Italia
La dirección de Dominique Meyer en La Scala perpetúa la gestión extranjera en el coliseo, misma orientación que en la toma de decisiones del gobierno de Matarella
La Scala obtuvo el segundo aplauso más largo desde que se tiene registro tras su apertura de temporada el pasado 7 de diciembre. Un triunfo colosal, con Anna Netrebko como protagonista y Riccardo Chailly como director musical, un “espectáculo triste y quizás macabro”, escribe Diego Fusaro para Radio Radio, si se tiene en cuenta que en el público no había “ni un trabajador, ni un operario, ningún empleado precario, solo aquellos dispuestos a pagar hasta 3.000€ por una entrada”.
Sergio Matarella, presidente de la República Italiana, fue uno de los asistentes que aplaudieron interrumpidamente. A él se dirigieron también una ovación previa a la interpretación del himno nacional y posterior a la representación de la ópera, entre la que se distinguió algún ‘Presidente, gracias’ o ‘Viva el presidente’.
Sin embargo, el periodista Francesco Amodeo se pregunta si el Mattarella no se ha dado cuenta que los italianos están ausentes en la dirección de su principal teatro de ópera y de que su nuevo director, Dominique Meyer, trabajó durante años junto a Jacques Delors, padre fundador del euro: “quizás Mattarella no ha notado que el Teatro ha terminado en manos de las mismas personas a quienes hemos confiado el destino de nuestros gobiernos”.
“¿Es que los italianos no saben cómo administrar sus propios teatros? ¿O es que conquistando un país a través de su cultura se logrará eliminar a los italianos de Italia?”, concluye Amodeo.
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