Perianes: el valor de la cantabilità
EL VALOR DE LA CANTABILITÀ
Obras de Beethoven y Mendelssohn. Javier Perianes, piano. Grandes Intérpretes de la Fundación Scherzo. Auditorio Nacional, Madrid. 9-12-2014.
Bien asumido tiene Perianes, cada vez más artista y más auténtico, el lenguaje de Mendelssohn, que se adapta estupendamente a sus maneras suaves, elegantes, a la forma de administrar los acentos, a su “legato” formidable y a su respiración instrumental. Las cuatro “Romanzas sin palabras” seleccionadas nos fueron ofrecidas con una limpieza verdaderamente genuina, con una luminosidad bien matizada. En especial la “nº 6” de la “opus 38”, “Duetto”, “Andante con moto”, tuvo una recreación primorosa.
Contundente, dentro del estilo siempre cuidado y amoroso del pianista, fue, sin evadir la impetuosidad, la exposición del “Preludio” y potente y afirmativa, sin miedo a la destemplanza, la “Fuga” de la primera obra de las seis de la “op. 35. La acusada tensión dinámica fue bien sostenida de principio a fin. No tuvo problemas Perianes en las arduas “Variaciones serias op. 54”. Quizá los acordes del “Presto” final, inmersos en pasajes de gran virtuosismo, podrían haberse tocado con mayor nitidez y precisión.
En la interpretación de las tres “Sonatas” de Beethoven elegidas el toque agreste, la conflictividad temática, tan definitorios, quedaron en parte asimilados al estilo mendelssohniano, tan adaptado a los modos del pianista, que, no obstante, brindó recreaciones de mucha altura, como la del primer movimiento de la “nº 12 op. 26”, un exquisito “Andante con variaciones”. El tercer movimiento, “Marcha fúnebre a la muerte de un héroe”, que da título a la composición, fue tocado con delicadeza no exenta de intensidad.
Muy bien plantadas las divergencias de ataque y expresión entre los valores rítmicos y los cantables en el primer movimiento de la “nº 27 op. 90” y magníficamente aireado el “Rondó”. La más profunda e imponente “nº 31 op. 110”, bien desentrañada en todos sus puntos, no alcanzó la grandeza absoluta que se le supone, bien que toda la parte fugada del último movimiento se nos ofreciera con aquilatado juego de tensiones. Una pieza lírica de Grieg redondeó una sesión con dos tercios de entrada. El pianista merecía más. Arturo Reverter
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