La mejor orquesta pétrea de cámara que existe en el mundo
La pétrea orquesta de cámara
Toques lo que toques, digas lo que digas, el puñetero “bicho” del Covid/19 nos trae y nos lleva por la calle de la Amargura, del Desaliento y de la Incertidumbre. Por el fluir de este trío de rutas anímicas, en la que quienes ejercitan la gobernanza de la res publicae están absolutamente perdidos y/o demuestran su incapacidad y arrojo para tomar las debidas decisiones (tal así se evidencia), la Cultura resulta ser el paciente apestoso, a quien se atiende en último lugar, en un estado de desahucio cuasi moribundo.
Cómo será el tema que el trono petrino que en Roma sustenta a Franciscus Papam – in vita Georgius Bergoglio, ha tomado la decisión de declarar Año Santo Jacobeo al binario 2021 y 2022, ya que tal santidad se otorga cuando la festividad de Santiago Apóstol -25 de julio- cae en domingo, como ocurre en el presente 2021, pero como hay que mover al pueblo bajo la llamada de la Fe (que está haciendo agujeros por todos los lados), y a la par facilitar la posible recaudación económica dejada por los peregrinantes hacia Compostela, el año 2022, pese a que tal fecha resulta ser lunes, también será Año Santo Compostelano. Si no quieres taza, calla y toma taza y media.
Ante tal anualidad peregrina doble parece propicio escribir ahora sobre la mejor orquesta pétrea de cámara que existe en el mundo: la que aparece esculpida en el Pórtico de la Gloria de la seo compostelana. Joya universal de la arquitectura y de la escultura, obra del maestro Mateo y que nada tiene que envidiar a las de un Da Vinci o un Buonarotti.
Desconociendo su lugar de nacimiento y nombre bautismal, así como la certeza exacta de su natalicio y de su óbito (se dice de 1150 hasta 1200 o 1227), del maestro Mateo sin duda existe la constancia de su pericia como perfecto escultor -dentro del estilo imaginero de la segunda mitad del siglo XII- y arquitecto (de ello existen patentes muestras en el semiderruido y recompuesto coro interno de la catedral), como así queda constancia en el primer documento en el que figura su nombre, datado el 23 de febrero de 1168, en el que el rey Fernando II de León le muestra su magnanimidad adjudicándole la importante suma de 100 morabetinos (1) anuales, de por vida, sobre la base de una percepción garantizada de 50 marcos semanales.
Contemplar el Pórtico de la Gloria analizando su contenido y disposición iconográfica ofrece el conocimiento de tener la seguridad de que el maestro Mateo fue un hombre culto, habituado a leer códices miniados anteriores y con buen dominio de los libros sagrados, principalmente los evangelios canónicos y textos del llamado Antiguo Testamento. En este orden de conocimiento y vista la predisposición de las figuras talladas resulta asombroso analizar los 24 sabios que cierra la arquivolta central del pórtico (ahora semi policromada después de una maravillosa restauración de años), en la que figuran los veinticuatro ancianos del Apocalipsis.
Es ahí, precisamente ahí, donde veinticuatro ancianos -conjunto terminado de esculpir en 1118- sostienen las reproducciones fidedignas de la realidad de los instrumentos de cuerda medievales, dando su visión iconográfica del nuevo Jerusalén, en el que Cristo permanece en sitial central y cual dice El Apocalipsis de San Juan 4.4. “alrededor del trono vi otros veinticuatro tronos y sobre los tronos estaban sentados veinticuatro ancianos, vestidos con vestiduras blancas y con coronas de oro sobre sus cabezas. …Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes que son las oraciones de los santos”.
Y es, en ese momento, donde la inspiración de Mateo coloca sobre los cuerpos de los 24 ancianos los citados instrumentos medievales, que gracias a un profundo estudio histórico sobre cada uno de ellos, integrado por un equipo de prestigiosos, arqueólogos y especialistas en música medieval, han llevado a cabo la reconstrucción de tales joyas musicales, gracias al mecenazgo de la Fundación Pedro Barrié de la Maza.
En una visión de izquierda a derecha, nos encontramos con:
* El arpa románica, triangular, que sostienen los ancianos sentados en los puestos ocho y diecinueve. Resulta el instrumento de mayor antigüedad de los reflejados en el Pórtico. Se le atribuye un origen irlandés, para ser tañido por cuerdas punteadas, de distintas longitudes que se tensan en un marco superior mitad cóncavo, mitad convexo.
* El arpa salterio, también de forma triangular, que portan los ancianos sitos en los puestos cinco y dieciocho. Las cuerdas están situadas a ambos lados de una caja de resonancia ubicada en el cateto inferior. Tal vez fue el instrumento más popular de la Edad Media.
* El salterio, tiene una estructura triangular, formado por una caja de resonancia plana sobre la que, en paralelo, van situadas las cuerdas sujetas sobre el cateto inferior y tensadas desde la hipotenusa. Se toca apoyándolo sobre los muslos y tal así aparece en los ancianos décimo y décimo séptimo.
* El laúd, aparece en manos de los ancianos colocados en los puestos noveno y vigésimo. Su procedencia es inequívocamente árabe y podía sonar mediante cuerda pulsada o rasgueada. Tiene un largo mástil, con cuerpo estrecho y su caja de resonancia tiene el fondo abombado.
* La fídula o viola oval es un instrumento de cuerda por frotación mediante un arco. Posee un mástil alagado y en la parte anterior de su caja acústica existen dos agujeros colocados en forma vertical bajo el mástil. En un posible antecedente del violín según algunos lutieres. Bien podía tocarse apoyada en el hombro o sujeta ante las rodillas o muslos. Está en los ancianos números uno, dos, tres, seis, siete, veintidós, veintitrés y veinticuatro,
* La fídula o viola en ocho la portan los ancianos colocados en los puestos once, catorce, quince y dieciséis. Estamos ante un instrumento muy similar a la viola oval, con la salvedad de que su caja de resonancia tiene una conformación muy parecida al número ocho. Normalmente eran cinco las cuerdas que llevaba adaptadas.
* El organistrum, es el único instrumento que para su ejecución necesitaba a dos de los 24 ancianos, concretamente los que están situados en el duodécimo y décimo tercer lugar. En este instrumento el anciano duodécimo maneja la parte mecánica de una manivela, girándola para dar frotamiento a una rueda de madera, interna, donde van tensadas las cuerdas, mientas que el décimo tercero acciona unas teclas con las que se producen las consiguientes notas. Mateo debió de ser un buen conocedor de la distribución de aquel tipo de conjunto de músicos ya que coloca a ambos ancianos en el centro de la arquivolta, dando a entender que por medio del organistrum se lograba el mejor grado de afinación del resto de los instrumentos, incluso produciendo por si mismo varios sonidos simultáneos, lo que, a juicio de prestigiosos musicólogos medievales, como Raimundo González Herrán, puede darse a entender que la música del Camino de Santiago fue una firme impulsora de la polifonía, forma especial de canto que una existía en Compostela cuando se construyó el Pórtico de la Gloria.
* Las macaras, permítase la licencia (tal vez poco ortodoxa) de aplicar tal denominación a los instrumentos que portan en sus manos los ancianos situados en los puestos cuarto y vigésimo primer lugar. Tal vez fuesen unas vasijas de barro, sostenidas por un palo, en cuyo interior hubiese determinados elementos solidos pequeños (piedrecilla o semillas) o unas ligeras proporciones de líquidos. En este terreno existe una manifiesta indefinición sobre su utilidad, pese a que están colocados en casi los extremos de ambos lados de la arquivolta. Manuel Cabrera
(1) Moneda de origen almorávide, acuñada en oro en el siglo XII, que por traslación fonográfica y lingüística terminó siendo llamada ‘maravedí’.
Últimos comentarios