Philarmonie de Berlín: loable recuperación de “Dinorah”
DINORAH (G. MEYERBEER) Philarmonie de Berlín. 1 Octubre 2014. Versión de concierto
Es curioso lo que ha ocurrido a lo largo de los últimos 100 años con Giacomo Meyerbeer. De ser uno de los compositores de ópera más importantes de la primera mitad del siglo XIX y, sin duda, el representante por excelencia de la Grand Ópera francesa, ha pasado a ser olvidado y casi denostado en los últimos 100 años. Hoy en día apenas Hugonotes y Roberto el Diablo suben a los escenarios y en muy raras ocasiones. En este sentido me parece una iniciativa loable por parte de la Deutscheoper de Berlín ofrecernos Dinorah, que muy pocos aficionados han tenido oportunidad de ver en su vida.
Dinorah es una de las últimas óperas de Meyerbeer y se estrenó en 1859 en la Opera Comique de París bajo el título de Le Pardon de Ploërmel, que es el pueblecito de Bretaña, donde la acción se desarrolla. Se trata de una especie de comedia pastoril en ópera, con un libreto muy endeble de Jules Paul Barbier, Michel Florentin Carré y el propio Giacomo Meyerbeer, que históricamente ha servido para lucimiento de una soprano coloratura en el personaje que da título a la obra. La música está bien construida, destacando una notable orquestación, pero queda un tanto corta de inspiración. Aparte de una larga obertura no muy inspirada, hay que destacar la famosísima aria de Dinorah, Ombre legère y el aria de Höel, Reviens a toi. En cualquier caso, me parece una iniciativa muy loable, en la que hay que dar el valor que tiene el que el director y los solistas se enfrenten a ella, aunque seguramente no la volverán a cantar más en su vida.
La ópera se ha ofrecido en versión de concierto y ha contado con la dirección de Enrique Mazzola, cuya lectura me ha resultado plenamente convincente, bastante mejor que lo que yo esperaba de ante mano. Creo que es la mejor actuación que recuerdo de este director italiano nacido en Barcelona. Demostró un gran conocimiento y dominio de la partitura y cuidó mucho los destalles. La verdad es que esta ópera, por su falta de interés dramático y su escasa inspiración, puede resultar bastante aburrida, lo que consiguió evitar Mazzola. Estupenda la actuación de la Orquesta de la Deusche Oper Berlín, en la que destacan unas trompas afinadísimas. Excelente, como siempre, el Coro de la Deutsche Oper, uno de los mejores del mundo. Sus oraciones a Santa María fueron de una afinación y musicalidad prodigiosas. Se nota y mucho la mano de su director, William Spaulding.
Dinorah fue interpretada por la soprano italiana Patrizia Ciofi y podríamos debatir mucho sobre si se trata de la soprano coloratura que requiere la parte. De hecho, sobre la soprano italiana siempre se puede debatir, ya que su calidad vocal nunca ha sido excepcional y esto no ha cambiado. Hay que reconocer que hacer la importante carrera que ha hecho con ese instrumento suele puede estar al alcance de una auténtica artista y eso es precisamente lo que siempre ha sido – y sigue siendo – Patrizia Ciofi. Su capacidad interpretativa y de comunicación con el público son dignas de alabanza y para ella ha sido el triunfo de la noche, aunque en términos puramente vocales se me ocurran varias posibles intérpretes actuales más adecuadas para el personaje, comenzando por Diana Damrau, que podría ser una Dinorah espectacular.
El barítono canadiense Etienne Dupuis me produjo una muy favorable impresión en el personaje de Höel, el prometido de Dinorah, causante de su desgracia, y, finalmente, felizmente casado con la pastorcilla de cabras. La voz responde a la de un barítono lírico, que canta con gusto y expresividad. Mientras no aborde un repertorio más pesado, puede ser una buena alternativa en el repertorio adecuado para muchos teatros.
Philippe Talbot y Etienne Dupuis
El tenor francés Philippe Talbot fue el intérprete del simplista gaitero Corentin y resultó adecuado, con una voz de tenorino sin mucha importancia, pero dio bien el personaje.
En los personajes secundarios estaban el sonoro Cazador de Seth Carico y el joven tenor Gideon Poppe, que cantó con gusto el aria del personaje del Labrador. Finalmente, Elbenita Kajtazi y Christina Sidak cubrieron bien los personajes de las dos pastoras.
El auditorio de la Philarmonie ofrecía una entradas algo superior al 80 % de su aforo, con los huecos más visibles en las localidades detrás del escenario. El público se mostró muy complacido con el concierto, dedicando una gran ovación a Patrizia Ciofi tras su Ombre legère. Al final hubo bravos sonoros, especialmente para Ciofi, Mazzola, orquesta y coro.
El concierto comenzó puntualmente y tuvo una duración de 2 horas y 52 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 2 horas y 15 minutos. Ocho minutos de aplausos.
El precio de la localidad más cara era de 92 euros, costando la entrada más barata 31 euros. José M. Irurzun
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