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Por Publicado el: 19/11/2022Categorías: En vivo

Crítica: Piotr Beczala, hermosa y poderosa voz

Piotr Beczala, hermosa y poderosa voz

Fecha: 15-XI-2022. Lugar: Auditorio Kursaal, de San Sebastián. Programa: obras de Chaikovski, Moniuszko, Gounod, Massenet, Meyerbeer, De Curtid, Verdi, Giordano y Puccini. Voz solista: Piotr Beczala, tenor. Pianista acompañante: Camillo Radicke.

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Piotr Beczala y Camillo Radicke (c) Liliana Morsia

A mi personal criterio (sin ánimo de sentar cátedra), estimo que en muy breves años tendremos en la voz del polaco Beczala un referente internacional indiscutible de tenor spinto (del italiano spingere, empujar) en vez del lírico que es aún, a la luz de cuanto se escuchó en el concierto que aquí se valora. Contó con la asistencia del magnífico pianista Camillo Radicke, vinculado al Gran Teatro del Liceo y acompañante habitual de este tenor, haciendo un ensemble de perfecta compenetración.

La estructura fonal de Beczala es tal vez un tanto rígida, encontrándose no muy acomodada en el registro bajo. Su centro está una poco opalizado en relación con un brillante, generoso y bien timbrado agudo. A partir del registro medio-alto se encuentra realmente cómodo.

De Chaikovski nos presentó siete breves canciones en las que el compositor, nacido en San Petersburgo, plasma en las armonías ese estado de melancolía que tan inmerso está en los sentires del pueblo ruso. Sí tuvo más lucimiento en el aria ‘Kuda, kuda va udalilis’, que se inserta en el acto II de ‘Eugene Onegin’, del personaje Lensky, mostrándose mucho más centrado en este terreno que en la escritura para el lied. Resultó altamente agradable que incluyese en el programa al compositor compatriota Stanislav Muniuszko, amén de gran director de orquesta del siglo XIX, donde Beczala presentó cuatro canciones teñidas de alegría y de imbricación con la naturaleza. Especialmente atractivo fue el canto de la obra Cracoviano, donde la melodía, con fuertes raigambres en la danza folclórica polonesa, permitió al cantante hacer una delicia con su audición. Por otra parte mostró las buenas dotes que tiene para la escena cantando el aria del húsar Stefan en la ópera ‘La casa embrujada’, (Stranszny dwór en polaco), paseando su voz con elegancia y dejando patente el dominio que tiene en los reguladores de la respiración en las esferas altas, emitiendo ‘sul labra’ (en o sobre los labios) todo lo que le inspiraba la música de su compatriota.

En la segunda parte del concierto, un programa tonalmente operístico, menos en un pellizco que dio a la canción italiana. El primer bloque lo dedicó al repertorio romántico francés con obras de Gounod, Massenet y Meyerbeer. Interpretó el aria ‘Ah! leve toi soleil’ de ‘Romeo et Juliette’, el aria de Rodrigo ‘O souverain o juge o père’ de  ‘Le Cid’ con y el aria de Vasco de Gama ‘O paradis sortis de l’onde’ de ‘L’Africaine’ de estos compositores. Beczala ha de cuidar mucho la dicción en el uso de la lengua de Moliére, ya que sus oclusiones fonéticas de la misma han de tener una mayor presencia. En la canción de De CurtisNon ti scordar di me’ hubo falta de mecimiento sobre el texto, tan evidente en este estilo de canto, pese a no existir reparos en el dominio de la regulación de su fiato.

El próximo y prometedor terreno de canto spinto en su tesitura -que se espera vea plena luz en corto tiempo- se apreció en la interpretación de la siempre dura aria que es ‘Celeste Aida’ verdiana, continuando con la excelente y emotiva ‘Come un bel dì di maggio’ de la ópera de GiordanoAndrea Chénier’. Ahí estaba prescrito el final del programa, pero ante tal entusiasmo del respetable, con bravos rotundos, enorme ovación con palmas de indudable calor y un ¡bravísimo! muy audible, llegó al terreno pucciniano, del que los augures se concitan para desearle un futuro de gran éxito, y nos hizo el regalo del aria de Cavaradossi ’E lucevan le stelle’, cantándola con total pulcritud, lo que es muy de agradecer al eliminar en su canto todo truco que tan frecuente está en otros tenores. Manuel Cabrera

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