Polémica en el balance del Festival de Verona
Polémica en el balance del Festival de Verona
La programación no estuvo a la altura, la participación de Plácido Domingo no estuvo exenta de protestas y una sola agencia fue responsable de la contratación de la mayor parte de artistas
Tras anunciar la suspensión de la edición 98º del Festival Arena de Verona, Cecilia Gasdia, su directora, rectificó a mediados de junio y dio a conocer los detalles de una programación alternativa que no dejase sin música al emblemático coliseo.
La alternativa se materializó en una agenda de 11 conciertos que se inauguró el 25 de julio con la gala ‘El corazón italiano de la música’. Anna Netrebko, Leo Nucci, María José Siri, Sonya Yoncheva y Francesco Meli fueron algunos de los nombres que se sucedieron durante el mes de agosto en el escenario veronés. Además de los recitales, se programó un título lírico en versión concierto, Gianni Schicchi, dirigido por Francesco Ivan Ciampa y con Lavinia Bini, Rossana Rinaldi y Enea Scala, y la gala anual de Plácido Domingo.
La Asociación italiana ‘Non Una di Meno’ (‘Ni una menos’) envió una carta a la dirección del festival recordando las acusaciones e investigaciones en las que se vio envuelto el cantante, lo que, según el Consejero municipal por el Movimiento 5 Estrellas, Alessandro Gennari, “demuestra la falta de ideas innovadoras” en una edición en las que estas eran indispensables, además de múltiples protestas de la opinión pública. Para el político, “esta edición está destinada a ser recordada como la más descorazonadora y desolada jamás vista”: “Si el dúo Gasdia/Trespidi – director artístico – hubiera tenido coraje e imaginación, podrían haber montado al menos tres títulos líricos. Quizás con plantilla reducida, un solo intervalo y una escenografía fija. Pero no. Se han contentado con que el teatro al aire libre más grande del mundo programe una temporada de conciertos sin ambición”.
Gennari llama también la atención sobre el hecho de que gran parte de los artistas contratados forman parte de la agencia Ariosi. Gestionada por Alessandro Ariosi, la agencia está envuelta en una investigación policial por haber aumentado considerablemente su influencia en el Teatro Regio de Turín. La Policía Económica y Financiera, responsables de este caso, estudian también la posibilidad de que este mecanismo de contratación se replique en otros teatros, en concreto, en la Arena y La Scala.
Sucesivos escándalos y el descontento de los trabajadores y la orquesta del Arena de Verona, apunta Gennari, agravados por la gestión de Cecilia Gasdia, “parecen haber transformado nuestro anfiteatro en una sala de conciertos semidesierta, despreciada por los turistas e ignorada por los fans. Macerata, Pesaro con el Festival de Ópera Rossini, el Festival de Ravenna, Roma y el mucho más pequeño Festival de Trapani lo han hecho mucho mejor”.
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