Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

calendario operístico 2023

Últimos tuits de Beckmesser

Totalitarismo musical: teatros contra críticos
Felix Lavilla, la discrección del artista
Por Publicado el: 26/01/2013Categorías: Artículos de Gonzalo Alonso

Una anécdota reveladora

Una anécdota reveladora

Todos estamos apesadumbrados y cabreados por cuanto está pasando: Gürtel, Palma Arena, Nóos, Brugal, Minutas, Campeón, Mercasevilla, Malaya, Pallerols, etc. ejemplos de una lista interminable que nos harta a todos. La música tampoco se libra y ahí tenemos el caso Palau o algún otro que no tardará en saltar.

Quienes me conocen siempre me dicen que tenía que haberme dedicado a la política en vez de a la música. No les falta razón y les explicaré porqué no ha sido así. Allá por 1980, con 30 años y tras una carrera profesional, estuve a punto de dedicar la mitad de mi tiempo a la política, pero antes quise pedir opinión a alguien con quien de vez en cuando jugaba al mus en el Club La Herrería de El Escorial. Les transmití mi inquietud a Carlos Arias Navarro y a su esposa Luz y él me citó en su notaría de Serrano para hablar del tema, a donde había vuelto tras su dimisión como Presidente del Gobierno cuatro años antes. Me recibió en su despacho, le pregunté cómo era el mundo de la política y él no pudo ser más explícito. Abrió un cajón, sacó de él un cheque y me lo entregó. “¿Qué ves?” preguntó. “Un cheque en blanco firmado por una gran empresa” respondí. “Pues el que dejaron encima de mi mesa siendo Alcalde de Madrid a cambio de que permitiese edificar la Plaza de Colón, una vez derribada la Casa de la Moneda” afirmó y siguió “Como ves, en Colón hay unos jardines. Esa fue mi respuesta y guardé el cheque como recuerdo. El 70% de los políticos habrían rellenado la cantidad y cobrado el talón al día siguiente. Un 20% habrían hecho lo mismo al cabo de una semana sin dormir y un 10% harían lo que yo. A ese 10% nunca le hará la vida imposible el otro 90%, porque le sobran. Ese es el mundo de la política que te vas a encontrar”.

Es obvio cuál fue mi decisión ante tan tajante revelación: dediqué esa mitad de mi tiempo a la música, aunque el tiempo me haya demostrado después que en ella tampoco todo está limpio pero, al menos, son más las corruptelas que la corrupción. Pasados treinta años y habiendo conocido todo tipo de gente y experiencias he de confesar que he de estar de acuerdo con el expresidente. Y creo que incluso se le olvidó añadir que aquel 90% estaría dispuesto, no sólo a amargar al 10% restante, sino a pelearse entre sí cuando hubiese tajada por medio. Pero gracias entonces a su indiscreción nos enteramos de sus corrupciones. ¡Suene el trompeterío!

banner-calendario-conciertos