Por amor al Maestro Frühbeck de Burgos
•El Coro Nacional rompe su huelga para rendir homenaje a Frühbeck
• La agrupación vocal de la OCNE teme por el futuro
• Su plantilla se ha visto reducida a casi la mitad
La Vida Breve de este domingo en el Auditorio Nacional de Madrid, tuvo muchas connotaciones que la convirtieron en especial. Para empezar, el arranque de la obra de Manuel de Falla, con la intervención de dos voces anticipándose in parlando al comienzo habitual. La primera, femenina sin especificar tesitura, proclamaba desde el primer piso “Viva el Coro Nacional”, encontrando la réplica “Viva la cultura pública” en otra baritonal procedente del patio de butacas. El añadido de estos espontáneos, prologando las palabras del libreto de Carlos Fernández Shaw, pareció funcionar ya que, en ambas ocasiones, la respuesta del público traducida en aplausos ha sido unánime.
El testimonio del respetable premiaba la presencia sobre el escenario del mencionado coro, que en las sesiones del viernes y el sábado había decidido no actuar de acuerdo con los términos fijados en una convocatoria de huelga, de un modo en cierto modo similar a lo que hicieran en el Requiem verdiano del pasado mes de junio, cuando Fabio Luisi tuvo que contentarse en la lidia una obra tan exigente con una docena de cantantes de la masa coral de la OCNE.
Peor ha sido en esta ocasión, en la que el coro al completo –algunos de sus miembros con la boca sellada con esparadrapo- decidieron apostarse frente a la puerta principal del Auditorio a la entrada del público, ataviados con traje de faena, reclamando sus derechos. Si el director general del Inaem, Miguel Ángel Recio, fue el encargado en la pasada ocasión de presentar disculpas a los asistentes, en esta, la reivindicación de los cantantes se comunicaba a través de la megafonía, que al tiempo anunciaba que sería devuelto el importe íntegro de las entradas. Detalle este último, unido a la falta de interlocutor material, para que el abucheo apenas fuese perceptible en comparación con la vez anterior.
Lo cierto es que en la misma localidad de entonces se encontraba también el viernes Recio que, desde esa mañana, había cambiado de cargo, orientando en la Dirección de Bellas Artes, Bienes Culturales y Archivos y Biblioteca su porvenir. Ese futuro que desde el Coro Nacional, lejos de tener claro, perciben viendo temblar su estructura. Así lo hacían saber, explicando a los asistentes en una nota titulada “El Coro Nacional de España, en peligro de extinción”, las razones por las que el viernes y el sábado se quedarían sin escucharles. En el escrito quedan expresos los temores en estos momentos -cuando el Coro se apunta cuatro décadas de vida-, viendo como su plantilla, integrada por músicos con Titulación Superior que han obtenido plaza por oposición, ha pasado de los 120 integrantes iniciales a 65 de la actualidad, lo que supone una reducción de un 45%.
A esto hay que unir el malestar creado por unos ecos de cierta consistencia, afirmando que su futuro pasa por integrarse junto a los componentes del Coro de la Orquesta de la Radiotelevisión de España en una agrupación única. Con las consiguientes secuelas que podrían implicar la diversidad de horarios y lugares de ensayo si debieran responder a la programación de dos temporadas distintas. De ahí esa huelga con carácter indefinido que este domingo han roto de manera excepcional para rendir homenaje al recientemente fallecido Rafael Frühbeck de Burgos, Director Emérito de la Orquesta y el Coro Nacionales de España, a quien habría correspondido defender esta obra de Falla que tan familiar le resultaba. Es a él a quien, tras concluir la espectacular ejecución que de La Vida Breve hizo Juanjo Mena -valioso recambio por esta vez en el podium de la desaparecida batuta- , iba dirigido el grito de un nuevo espontáneo “Viva el Maestro Frübeck”, coreado con emoción por la audiencia. Juan Antonio Llorente
Últimos comentarios