Decidídamente Mortier dispone a voluntad del Teatro Real, atendiendo a sus gustos e intereses personales y nada más, sin que haya nadie que le pare los pies poniendo sentido común en todo su quehacer.

Teresa Berganza y Montserrat Caballé son dos grandes artistas, no ya españolas sino de ámbito mundial. Ambas han cumplido 80 años en 2013 con diferencia de un par de meses. Sin embargo Mortier está dispuesto a celebrar la onomástica de una de ellas y no de la otra. Como es obvio que la catalana no es inferior artísticamente a la madrileña, sólo caben dos razones para tal dislate: o Mortier no se ha enterado del cumpleaños de Caballé o simplemente no le interesa la soprano. Y que no se argumente que se celebra a Berganza porque es madrileña, ya que el Teatro Real no tiene ámbito local. Lamentable en cualquier caso.

No es que ellas se hayan llevado bien nunca, pero tampoco lo hicieron cada una de ellas con Plácido Domingo y ambas acabaron junto a él en diferentes actos, porque había algún interés por en medio. Ambas, una vez, en la inauguración del Auditorio Nacional de Madrid, actuaron juntas en “La Atlántida” de Falla, aunque procurasen no coincidir en los pasillos. Por una vez, por qué no unir ambos homenajes o hacerlos separadamente. Aún está a tiempo el teatro Real si la Comisión Ejecutiva se empeña. En caso contrario estaríamos ante un auténtico agravio comparativo que daría que hablar. Se lo pido personalmente, por sentido común, a una Comisión Ejecutiva de la que formé parte en los inicios del teatro.