Premios Líricos, II edición
Segundos Premios Líricos
El domingo se entregarán los galardones correspondientes a la segunda edición de los Premios Líricos Teatro Campoamor de Oviedo. Si empezar es difícil, mucho más lo es consolidarse y de ahí que las segundas y terceras ediciones sean las más problemáticas. La presencia de casi todas las figuras distinguidas –posiblemente sólo falte el regista Rober Carsen- demuestran que en el medio se valora y se concede importancia a la iniciativa. Además del citado Carsen, merecieron el reconocimiento del jurado Zubin Metha, Matti Salminen, Fiorenza Cedolins, Ainoha Garmendia, Carlos Álvarez, Milán Salcedo, la Ópera de Oviedo, la Operalia de Plácido Domingo, Radio Clásica y Mirella Freni.
Está muy bien la admiración por los artistas “veteranos” pero ello no ha de confundirse con la sordera. Se puede adorar a un grande en el ocaso, pero no hasta el extremo de no distinguir lo que se escucha. Hace cuatro años escribía aquí, al hilo de un concierto de una soprano búlgara en penosa situación vocal, lo que me dijo una célebre cantante española en edad próxima pero en condiciones vocales superiores: “si Fulana –omito el nombre expresamente o yo cantamos un día la mitad de mal que esa señora, nos abuchearían y algún crítico como Mengano –también omito el nombre expresamente- escribiría que estamos acabadas”. Absolutamente cierto. De hecho ya ha sucedido. ¿Por qué tales exigencias con unas y tal laxitud con otras? Y nuestros teatros, ¿cómo son capaces de apoyar a algunas y olvidarse de otras? ¿Falta de profesionalismo? ¿Favoritismos personales improcedentes? Y añadía un consejo, para quien quisiera leer y estuviese dispuesto a fiarse de quien firmaba: “vuelvan a traer a Mirella Freni cuanto antes. Es una veterana, pero una veterana perfectamente audible”.
Creo que nadie me hizo caso, pero afortunadamente los Premios Líricos Teatro Campoamor de Oviedo han tenido a bien distinguir a Mirella Freni con el premio a toda una carrera cuando todavía estamos a tiempo de poder disfrutar de su arte.
Freni realizó una carrera modélica con contados errores –la célebre “Traviata” scagliera, el “Ernani” y poco más– y ello se traduce hoy día en la envidiable salud vocal de la que todavía da muestras –no está tan lejana “La doncella de Orleáns”-, sorprendiendo por la frescura del timbre, la seguridad de la emisión, la ausencia de extraños vibratos o trémolos, la calidad de los fortes, la capacidad para aligerar o ampliar las dinámicas… Mirella Freni es un milagro de la naturaleza. La soprano de Módena, alimentada junto a Luciano Pavarotti por la misma nodriza, puede seguir cantando sobre los escenarios, cosa que ya no puede desgraciadamente su hermano de leche. Mirella Freni ha estado muy ligada a España, a Madrid, a Barcelona y a Bilbao, cuya medalla de oro ostenta, y por ello es más que merecida la nueva distinción a toda su carrera.
De Operalia, desde 1993, han salido artistas como los tenores Villazón, Cura, Calleja, Filianotti, las sopranos Mula, Cantarero, Arteta, Stemme o la mezzo Di Donato. Los nombres lo dicen todo. La distinción a Radio Clásica no sólo supone el reconocimiento a una labor con pocos parangones en el mundo, sino un estímulo para que el ánimo y los esfuerzos no decaigan y continué por la misma senda. ¡Enhorabuena a todos!
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