Prometeo sin promesas
Temporada de la OCNE
Prometeo sin prometer
Obras de Beethoven, Liszt, Aracil y Scriabin. Coro y Orquesta Nacional. Josep Pons, director. Auditorio Nacional. Madrid, 12 de febrero
La serie “Música y Mito” de la OCNE se acercó esta semana al de Prometeo, con el de Orfeo uno de los más amados por los compositores. Cuatro obras, una de estreno, para un programa breve.
Interesaba fundamentalmente la novedad de Alfredo Aracil, encargo de la casa, “Epitafio de Prometeo”, para una amplísima plantilla orquestal – mucha presencia de percusión, 6 trompas, 3 trombones, 7 contrabajos, maderas a tres, etc.- que luego apenas llega al oyente. En sus escasos quince minutos Aracil recrea su propio mundo sonoro, como siembre tan sutil como quebradizo, a pesar del explosivo acorde a plomo inicial. Inmediatamente, sobre una base de la cuerda a modo de ondas, que vienen y van con crestas anunciadas por los metales, el piano o el xilófono desgranan un canto parco y resignado, acorde con el título de epitafio. Llega a su conclusión sin grandes cambios. Su audición plantea tres problemas: se mantiene sin más la personalidad musical de Aracil, bien podría haber sido firmada hace diez años y su limitada capacidad de “enganche”.
El programa se completó con lecturas correctas, que no entusiasmantes, de tres fragmentos de las beethovenianas “Criaturas de Prometeo” y los poemas temáticos de Liszt y Scriabin. Se vieron muchos claros en la sala. Nadie duda del interés y originalidad de la programación de la OCNE, pero cada ciclo tiene su público y a veces los cambios conviene introducirlos en dosis muy medidas. Gonzalo Alonso
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