Queridos Reyes Magos, 2024
Como cada año, recogemos en este espacio los deseos a los Reyes Magos del equipo y los críticos que construyen Beckmesser día a día
Ya vienen los Reyes Magos. Ya vienen los Reyes Magos al nidito de Belén. Cargaditos de juguetes, cargaditos de juguetes para el Niño de Belén…
Quizá también lleguen para algunos de nosotros. El equipo de críticos musicales hemos echado nuestra carta de peticiones, aunque no tenemos muy claro que haya reyes que las puedan conceder, pero la esperanza es lo último que se pierde.
Escribimos esto poco después de habernos “tragado” por la tele el concierto de Año Nuevo, y por consiguiente, tras el inevitable atracón gastronómico de la noche anterior: no sabemos cuándo comimos más caramelo, si en la cena o en el concierto. Pero vaya, ese es otro asunto; ahora se trata de escribir nuestra carta a los Reyes Magos.
Nos enseñaron desde pequeños que antes de pedir hay que hacer balance y agradecer lo que uno ha recibido. Y, puestos a efectuar balance, nada mejor que repasar lo que pedimos otros años y ver qué fue de todo ello. Reconocemos un cierto desánimo a la hora de elaborar nuestras peticiones, tal vez porque llevamos años con muchos reveses y porque algunos de estos regalos, pedidos insistentemente, han debido ser ambiciosos en demasía y siguen pendientes. De aquí que no esté de más insistir en algunas de ellas.
También nos enseñaron desde pequeños que sus Majestades solo regalan lo que les es posible regalar, y que por ello no se debe de abusar con las peticiones. Tenemos, pues, un problema, porque tememos que cualquier cosa que pidamos no nos será regalada, pues últimamente se nos ha dicho y repetido hasta la náusea que nadie (y por ello suponemos que los Reyes Magos tampoco) tiene un euro.
Recogemos aquí nuestras peticiones y os dejamos, junto a los zapatos, algunas vituallas para vosotros y para para vuestros pajes -por cierto, y cuidado ¿los tenéis en nómina o son eventuales? – y camellos, aunque no se si la ley de animales permite que os acompañen cargando tanto pesado regalo y nos consta que alún partido político ya os ha denunciado por utilizar dromedarios.
Se nos ocurre, por consiguiente, pedir cosas que no cuesten dinero, o muy, muy poco, aun siendo conscientes de que a veces estas suelan ser las más caras para aquellos que dirigen los designios del mundo, y por ello “impedibles”. Hay muchas, pero empezamos sólo con una:
- Que los niños tengan la oportunidad real de aprender a escuchar música. No pedimos a sus Majestades grandes o costosas cosas, o traumáticos cambios en los planes de estudios. No; nuestros chicos pueden seguir aprendiendo en las escuelas cosas tan absurdas e ineficaces como el cálculo del volumen de un tetraedro regular, pero pedimos a los Reyes Magos que, con todo el poder que se les supone, hagan ver a los ministros de educación de turno que el asunto no es tanto que la música se aprenda en la escuela (que también) cuanto, sencillamente, se escuche. Porque sí; leer, saber mirar una obra de arte plástica, etc. es fundamental para la formación de un chaval, pero aprender a escuchar música entendemos que lo es más.
- Para el Jefe de la Casa Real, que los Reyes de Oriente le ayuden a ver que carece de sentido impedir el uso diario del palco real en el Teatro Real.
- Para el Ministerio de Cultura, que desaparezca el indignante IVA cultural y que reflexione sobre lo que realmente es importante preguntarse.
- Para el Teatro Real, que GM no tenga que volver a recordar al nuevo ministro tiempos pasados y pueda seguir funcionando a su aire, pero con algo más de humildad y una buena ópera española de los siglos XVIII a comienzos del XX.
- Para la OCNE, que siga regalándonos óperas en versión de concierto y menos el Teatro Real.
- Para INAEM, que se acabe de reorganizar su estructura, aun no siendo lo más importante.
- Para el Teatro de la Zarzuela, ciencia y suerte a Isamay Benavente y que, con el Maestranza, aborden una producción de la zarzuela “Margot” de Joaquín Turina.
- Para orquestas y teatros, que vuelvan los programas de mano en condiciones.
- Para el Auditorio Nacional, que todas las fundaciones abonen lo mismo por su alquiler.
- Para les Arts, que Pablo Font de Mora –renovado presidente de la Fundación Palau de les Arts- y Jorge Cuya, pongan en marcha el pendiente a su alma máter, la difunta Helga Schmidt.
- Para la CAM, que ella, el Ayuntamiento de El Escorial y Patrimonio Nacional sean capaces de recuperar la idea por la que se construyó el Auditorio/Teatro de San Lorenzo de El Escorial.
- Para Radio Clásica, que desaparezcan intrusos e ignorantes y que deje de explicarnos todo y a hablar de todo para emitir más música. Está bien saber distinguir entre una cefalea y una migraña, pero mejor escuchar una sonata para piano de Prokofiev o un cuarteto de cuerda de Haydn.
- Para el CNDM, que pueda seguir funcionando como una moto.
- Para la Orquesta de Córdoba y alguna otra andaluza, la solución a sus problemas.
- Para Plácido Domingo, que disfrute su nuevo ático madrileño a pesar de que no gobierne España quien él pensaba que acabaría con los vetos.
- Para Miguel Ángel Gómez Martínez, que orquestas y teatros recuerden lo buen director que es.
- Para Barenboim, salud.
- Para Riccardo Muti, la alegría para el concierto de Año Nuevo vienés que ha faltado este año.
- Para Antonio Moral, que no eche de menos Granada y se solucione un conflicto con el INAEM
- Para Alfonso Aijón, el último gran caballero de la música, que se le rinda de una vez el homenaje que se merece, además de larga y sana vida.
- Para las revistas de música clásica, que dejen de ser sucursales de los artistas y discográficas y que comprendan que no podemos ser el país con mayor número de ellas y que las instituciones no pueden cuidar a todas.
- Para la prensa generalista, que vuelvan las mayoritariamente desaparecidas críticas de música clásica.
- Para nuestros políticos, que crezca la nariz cada vez que mientan.
- Para el público, que los directores artísticos de los teatros de todo el mundo se dejen de machacarnos con sus gustos escénicos, respeten los libretos y aquello en lo que pensaban los compositores y dejen de tratar de convencernos de la necesidad de reactualizar las óperas.
- Para vosotros, Reyes Magos, que los niños os puedan escribir en nuestro lenguaje español común, para que os sea más fácil y no necesitéis de traductores adicionales, que ya bastante lío tenéis para atravesar territorios entre gripes, covids y otros virus.
¡Y mucho, pero que mucho humor y menos polarización ante este 2024!
FIN: No esperamos que los Reyes Magos sean tan generosos, pero seguro que alguna de estas cosas caerá, porque Beckmesser.com no se ha portado tan mal como para merecer carbón. ¿No lo creen ustedes? ¿Por qué no nos ayudan tecleando aquí y realizándonos una donación? De verdad que se lo agradeceríamos.
¡Felices Reyes!
Fdo. Equipo Beckmesser.com
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