Radvanovsky salva Manon Lescaut en Berlín
MANON LESCAUT (G. PUCCINI)
Deutsche Oper Berlín. 14 Noviembre 2015.
Indudablemente, el mayor interés de esta representación radicaba en la presencia de Sondra Radvanovsky en el rol protagonista. Pues bien, el resultado ha respondido a las expectativas, ya que la soprano americana se ha mostrado en una forma espectacular, con una dirección musical digna de elogio y una producción escénica sin mayor relevancia.
Escena
La producción escénica se debe al belga Gilbert Deflo y se estrenó aquí en el año 2004. Se trata de un trabajo escénico muy tradicional y apegado al libreto. En la primera mitad de la ópera la escenografía de William Orlandi resulta muy realista, tanto en la estación de postas de Amiens como en la mansión de Geronte. En el último acto nos ofrece un escenario más bien figurativo, en el que apenas hay unas piedras. El vestuario, del mismo William Orlandi, responde a la época tradicional de la ópera (siglo XVIII) y resulta adecuado y hasta divertido en el caso de los músicos e invitados de la mansión de Geronte. La producción se ofrece con mucha luz, especialmente en el segundo acto. La dirección escénica no tiene mucho que comentar. Todo es muy tradicional y no hay toques personales.
El escocés Donald Runnicles lleva 6 años al frente de la dirección musical de la Deutsche Oper y en este tiempo ha demostrado que es un gran músico y un estupendo director. He tenido la suerte de verle dirigir muchas veces aquí y siempre sus actuaciones me han parecido muy buenas. Esta Manon Lescaut no ha sido una excepción, sino todo lo contrario. Su dirección me ha resultado ejemplar, sacando un gran partido de su Orquesta de la Deutche Oper, ayudando siempre a los cantantes y llevando emoción a la sala. Buena también la actuación del excelente Coro de la Deutsche Oper.
Escena
Últimamente, Manon Lescaut se ha convertido en un personaje solicitado por las grandes sopranos y también por los tenores más destacados. Bueno será recordar que Anna Netrebko lo debutó bajo la batuta de Riccardo Muti en Roma hace casi dos años, y también que el dúo Jonas Kaufamann y Kristine Opolais lo hicieron el años pasado tanto en Munich como en Londres. Aquí Manon Lescaut ha sido Sondra Radvanovsky, que no tiene el mismo tirón de diva que Netrebko o Kaufmann, pero que nos ha demostrado que es difícil encontrar hoy una Manon más adecuada vocalmente. No estoy seguro de que haya sido éste su debut en el personaje, porque recuerdo que estuvo anunciada en el rol hace unos años, pero no tengo constancia de que lo haya cantado y, desde luego, no recuerdo que lo haya hecho en los 5 últimos años. Sondra Radvanovsky tiene la voz perfecta para la heroína pucciniana, con una voz impresionante y un dominio apabullante de las dinámicas. Fue ella la gran figura de la noche y dejó el listón muy alto para quien quiera disputarle la primacía en el rol. Su interpretación de In quelle trine morbide fue espectacular, como lo fue también la siempre esperada Sola, perduta, abbandonata. Una gran Manon Lescaut.
Renato des Grieux era el tenor italiano Stefano La Colla, a quien tuve ocasión de ver en Munich hace año y medio y la impresión de entonces fue la de un tenor de voz importante y con notables defectos, especialmente su engolamiento y su falta de expresividad. En este tiempo las cosas no han cambiado de arriba abajo, pero sí se observa alguna mejoría. La voz es importante y adecuada para el personaje, abriéndose muy bien por arriba, aunque me sigue resultado poco convincente su emisión en la zona de paso. Hoy no hay tanto engolamiento como entonces, pero sigue siendo un intérprete corto de expresividad en escena, que sigue siendo su mayor problema.
Lescaut fue interpretado por Dalibor Jenis, que cumplió bien con su cometido, con una voz amplia y adecuada.
Escena
Los personajes secundarios dejaron, en general, que desear. Stephen Bronk fue un Geronte bastante modesto en términos vocales. El tenor Gideon Poppe mostró una voz atractiva, pero reducida, en Edmondo. Escaso de relieve el Hostelero de Noel Bouley. Adecuado, Burkhard Ulrich como Maestro de Baile. Anita Schlicht cumplió en la parte del Músico. Correcto, Paul Kaufmann en el Lamparero.
El teatro ofrecía una ocupación de alrededor del 85 % de su aforo. El público mostró su entusiasmo con la protagonista, recibida con el público en pie. Sondra Radvanosvsky parecía muy emocionada por el recibimiento del público.
La representación comenzó puntualmente, con la compañía al completo en escena liderada por Donald Runnicles, que tuvo unas sentidas palabras por la tragedia de París y pidió un minutos de silencio al publico. El espectáculo tuvo una duración total de 2 horas y 49 minutos, incluyendo un descanso y dos paradas entre actos. Duración musical de 2 horas y 3 minutos. Siete minutos de aplausos.
El precio de la localidad más cara era de 97 euros, costando 31 euros la más barata. Jose M. Irurzun
Fotos: Bettina Stöss
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