Rebrote zarzuelero. Renovación del género
REBROTE ZARZUELERO, RENOVACIÓN DEL GÉNERO
El fin de semana se estrena en el Teatro de la Zarzuela de Madrid “Trato de favor”, una obra de un género de rara frecuentación hoy en día que viene firmada por uno de nuestros compositores cinematográficos más dotados de los últimos años, Lucas Vidal, que se ha basado en un libreto del comunicador y presentador Boris Eizaguirre. Una experiencia rara en estos días y que revela el interés que algunos modernos autores sienten por un tipo de obra lírica muy abundante y popular años y siglos atrás.
Recordemos que el nombre de Zarzuela proviene del paraje madrileño en el que se estrenaron, a lo largo del siglo XVII, diversas obras escénicas y musicales. Eran auténticas comedias con música basadas en textos de Lope o de Calderón entre otros. Entre los compositores más frecuentes se encontraba Juan Hidalgo. La invasión lírica italiana, con el Marqués de Scotti al frente (1719), no impidió la aparición de obras emparentadas y nacidas de lo popular como la tonadilla, el entremés, la jácara y otros géneros, antecedentes de la floración lírica de mediados del XIX, con “El tío Caniyitas” de Soriano Fuertes como punto de partida. El llamado género chico y la zarzuela grande tendrían sus últimos representantes en Chueca, Chapí y, más tarde, Vives y Sorozábal.
Aunque siempre quedaría la llama. En los últimos tiempos ha habido intentos, en algún caso fallidos, de exhumarlo. Desde nuevas vías y perspectivas por supuesto. Ahí tenemos, por ejemplo, las curiosas aventuras nacidas gracias al entusiasmo y la traviesa inventiva del pintor y promotor José María Sicilia, que en unas antiguas cocheras madrileñas ha alumbrado dos sorprendentes zarzuelas de signo crítico con los tiempos sostenidas por la música bien hilada, variada y colorista, con elementos muy actuales, de David del Puerto, Jesús Rueda y Javier Arias Bal: “Se vende” y “Raja la alondra”.
En julio de 2022 el excelente músico que es Javier Carmena, pianista, tenor (miembro del Coro de la Comunidad de Madrid), estudioso, musicólogo y, por supuesto, compositor, estrenó en los Teatros del Canal, aunque en versión concertante, una zarzuela que seguía los moldes tradicionales del género y abordando un argumento muy de nuestros días: el conectado con el orgullo gay. Su título es justamente El orgullo de quererte que, como nos comenta el compositor, “es un canto a Madrid y a una de sus fiestas más emblemáticas a nivel mundial”.
Meses después accedió al escenario del Teatro de la Zarzuela de Madrid “Policías y ladrones”, composición de Tomás Marco sobre libreto de Álvaro del Amo, cuyo estreno debió retrasarse por dos veces a causa de una huelga y de la pandemia. Un retrato de ciertas formas de corrupción política ilustrado por una partitura algo repetitiva, con no mucha palabra, provista de pasajes tonales y modales, escalas exóticas, atonalidad y serialismo, incluso compases microtonales y bruitistas con estratégicas citas.
Dentro de esta línea de recuperación se sitúa ese “Trato de favor” de Vidal e Izaguirre. El músico sabe hilar discursos potenciadores de cualquier tipo de imagen. Hay expectación por comprobar de qué manera su técnica “cinematográfica” se adapta al mundo de la zarzuela y cómo llega a revestir temáticamente las líneas vocales, los conjuntos o las posibles romanzas a lo largo de un argumento que transcurre en una cárcel de mujeres, en la que ingresa la protagonista. Arturo Reverter
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