Recomendación discográfica: de Bach a Gerhard
HASTA QUE LA COVID QUIERA
De Bach a Gerhard
Me pide Beckmesser que, como no hay conciertos para recomendar, transforme mi habitual sección de Recomendación por otra que se adapte a la situación. Yo, que no me caracterizo por tener una imaginación deslumbrante, le propuse algo sencillo: una escucha de discos durante el tiempo que siga durando el confinamiento. De manera que propongo como sección esta: ‘Hasta que la Covid quiera’
La Cantata Gottes Zeit ist die allerbeste Zeit, BWV 106 ha pasado a la historia con el título apócrifo (y engañoso) de Actus tragicus. Fue escrita por un joven Bach (1707), en Mülhausen, para el funeral de Dorothea Susana Tilesius, hija del superior de Bach en la iglesia de San Blas, donde ejercía como organista. La pieza, que se dibuja en un tono sereno, e incluso apacible, habla de la muerte. Pero es muy sorprendente la absoluta ausencia de severidad o gravedad alguna; la música fluye como agua transparente de un arroyo que parece indicar el transcurso de una vida plena y feliz. Ningún reproche; tampoco ninguna alabanza. Los dos coros del inicio y el final ascienden hacia los cielos en un ambiente casi de alegría; como si se nos estuviera indicando el camino a recorrer y la forma de hacerlo, no como un castigo para el cuerpo sino como un premio para nuestras despejadas frentes. Las intervenciones vocales intermedias (tenor, contralto y bajo) no hacen sino redundar sobre la misma idea, una natural correspondencia entre los vivido y lo esperable, en un lejano y placentero mundo, tras la desaparición.
El Teatro Real anunció para su representación, el 15 de junio de 2019, la ópera (¿) de Roberto Gerhard La peste. No pudo ser. Razones logísticas lo impidieron. El estreno se pospuso para la temporada siguiente, pero en el adelanto de su programación tampoco figuraba. Da igual. De haberlo hecho tampoco habría subido a escena; una pandemia prima hermana de ella lo habría impedido. Está basada en la obra homónima de Albert Camus, que reflexiona de forma patética acerca de la patética reacción de los humanos ante una eventualidad como esa. La nuez del mensaje es una alternativa: o se encuentra una solución para combatir la epidemia o el mundo habría de acostumbrarse a convivir con ella. ¿Les suena a algo esto? Gerhard construyó una bella cantata, con narrador y una intervención protagonista del coro. De la gente, que es la destinataria de la epidemia. Y esto, ¿les suena también? ¿Les recuerda a algo?
Esta es mi elección para la escucha de hoy , y, naturalmente lo es buscando un carácter alegórico para la manera de hacerlo. Estamos rodados de muertos; los fallecimientos por Covid sobrepasan cualquier calificativo cobre cualquier situación extrema en una sociedad que pudiéramos considerar civilizada, moderna, etc. Es inexplicable; parece que, Covid mediante, alguien hubiera planificado al detalle un perfecto procedimiento de extinción de ancianos. En serie. Y claro, la población lo está llevando muy mal, pero tan mal que, a su vez, está desarrollando una imparable e igualmente letal capacidad parta buscar un culpable rápido y efectivo a la desgracia. A esta subespecie de nuestra sociedad, como acto de autoafirmación, le recomendaría especialmente la escucha de una obra como La peste. Gerhard proclama a los cuatro vientos la incapacidad humana para combatir la desgracia cuando no es una desgracia controlada o previamente admitida: el fallecimiento por un cáncer, pongo por caso, o por accidente de avión, por ejemplo. Lo hace sin piedad, poniendo a gritar a un coro que reclama, sin conseguirlo, un poco de cordura. Recomiendo esa escucha a esas gentes, tan desconocedoras de los verdaderos resortes de la compasión. Pero como sé que también hay mucha gente menos carroñera, más leída, y sobre todo, menos tergiversadora y mejor informada, para esa parte he pensado en la Cantata de Bach, un bálsamo ante la muerte que se puede ingerir desde una postura de creyente o desde el más feroz agnosticismo, si tal o cual encuentro con el fin de la existencia se realiza en paz y no usando un afilado cuchillo de cocina para partir cacahuetes.
Por eso he escogido dos discos. Para dos clases de gentes. Para esas dos Españas que hacía tanto tiempo no me helaban el corazón de manera tan acongojante. Pedro González Mira
Excelente artículo. Aparte de la recomendación musical dice cosas muy certeras, muy bien dichas y muy bien escrito. Un muy lúcido comentario de la triste realidad, hecho desde la sinceridad y la sensibilidad. Me permito autocatalogarme en los destinatarios de la recomendación Bach.
(Pedro, soy María Gómez-Leal, de la época en que íbamos a los conciertos al Real y a tu casa a escuchar música y ver diapositivas. Saludos desde Bruselas. Un abrazo también de mi hermana Susana!; nos ha encantado tu artículo).