Nada de bolos

Lang Lang, por muchas razones el pianista oriental con más poder de convocatoria en este momento, visita el Teatro Real por primera vez. Y le recibirá desde la puerta del foso el director musical de la institución, el inglés Ivor Bolton. Para hacer un programa con una obra de Beethoven y dos de Mozart, autor este del que ambos ya han dejado dichas muchas cosas. Bolton dirigirá la obra sinfónica más compleja del salzburgués, su última sinfonía, una obra cuya estructura sienta cátedra antes de que Haydn, tres años más tarde, comience a dar un puñetazo encima de la mesa con sus  sinfonías ‘Londres’,  y de que Beethoven lo intente, sin conseguirlo por lo menos hasta tres lustros después. Hará también la Obertura de la fallida (maravillosamente fallida) La clemenza di Tito. Y, acompañando a Lang Lang, pasará a Beethoven, para explicarnos una vez más aquello de que el joven Beethoven ama y odia al mismo tiempo el piano que hereda. De Haydn, por el que se interesa poco; de Mozart, porque lo tiene maniatado. Será el segundo concierto, es decir, el primero.

Un programa bonito. Convencional. Clásico. Sin problemas. O no tanto, si se hurga un poco, pues solista y director se someten a un nuevo escrutinio al aceptar tocar y dirigir músicas tan de casta clásica. Lang Lang, porque representa una idea que se sale de los cánones aceptados en el circuito de pianistas clásicos; Bolton, porque es permanentemente puesto en entredicho como un gran director mozartiano. La discusión es vana. El chino toca mucho, y muy bien, y muy bien a Mozart (véanse sus discos con sonatas), con independencia de que lo haga con zapatos o deportivas. Y Bolton va poco a poco convenciendo a los escépticos, a base de trabajo y entrega. Por ejemplo: ha evolucionado mucho desde unas pasadas Bodas de Fígaro al actual Idomeneo. Quizá porque ha tenido que mirar hacia el compositor a través de un instrumento múltiple, como es una orquesta de foso, que lo mismo ha de hacer Wagner que Cavalli en un plis plas. Es solo una opinión.

Pero por eso mismo este concierto pasa de ser un ´clásico´ a un clásico con cierto morbo para cazadores de calidades. Son obras, las tres, que parecen inocuas, y sin embargo encierran una dificultad extrema, si hablamos a una cierta altura de compromiso interpretativo. Y además está el concepto: este no es un concierto de abono. Es un concierto ´de invitado´ de teórico alto nivel. En absoluto un bolo. En mi opinión, así debe de valorarse, y así se debe recomendar.

El concierto lo organiza la Fundación de Amigos del Teatro Real, y es patrocinado y colaborado por la Formentor Sunset Classics. Los miembros de la Fundación tienen prioridad a la hora de acceder a las entradas (902 24 48 48). Pero en el momento de redactar estas líneas, quedan entradas. Así que, tomen ustedes nota. Pedro González Mira

Lang Lang, piano. Orquesta del Teatro Real. Dir.: Ivor Bolton. Obras de Mozart. Teatro Real. Viernes 22, 20.00. Entradas disponibles: 100 €.